Mañana es viernes de dolores.
Ya comienzan las procesiones, esas representaciones de la pasión de Jesús en lso pasos procesionales, que nos ayudan, sin ninguna duda, a tomar conciencia de lo que supone la pasión del Señor, y nos permite, si cabe, tener más presente a Jesús en nuestras vidas.
La Cuaresma va llegando a su fin, aún quedan algunos días, pues este tiempo cuaresmal termina el jueves santo. Aprovechemos esta recta final y pidamos al Señor que nos permita vivir intensamente los misterios centrales de nuestra fe que vamos a celebrar.
La oración, el ayuno, los pequeños sacrificios, la contemplación de Jesús en los pasos procesionales y cualquier otro medio que cada uno vea, nos servirá para disponernos adecuadamente.
Se acercan días santos, y santamente hemos de vivirlos. Que María, la toda Santa, nos ayude.
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