Celebramos hoy, 29 de junio, la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Ambos nos dan un gran ejemplo de amor al Señor, y son dos pilares fundamentales para la iglesia católica. Pedro fue aquel que negó a Jesús por tres veces, pero también aquel que, arrepentido, por tres veces le dijo al Señor que le amaba. Pablo, sin embargo, pasó de ser perseguidor de cristianos a ser un incansable predicador del Evangelio de Jesús.
Recordemos hoy al Papa, sucesor de San Pedro en la barca de la Iglesia. Pidamos por los cristianos perseguidos, y por nuestra iglesia, que nunca se canse de ser testigo de Cristo resucitado en medio del mundo. Felicidades a todos los que lleváis el nombre de Pedro o de Pablo.
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