Primer sábado de mes

En este primer sábado de mes nos acordamos especialmente de la Virgen María, a quien encomendamos nuestras peticiones y necesidades. Que Ella interceda por nosotros, como buena Madre; que Ella nos guíe y proteja, y que sobre todo, coja nuestra mano y nos lleve hasta su Hijo Jesús. Siempre se ha dicho en la Iglesia que a Jesús llegamos más rápido por María. Aprovechemos el regalo que nos hace Jesús de darnos a su Madre, y no nos cansemos nunca de mirar sus ojos, contemplar su corazón y aprender de su docilidad y disponibilidad al plan de Dios para su vida. 

 

"Virgen María, Madre mía, mira mi corazón, y hazlo muy semejante al tuyo. Llévame junto a tu Hijo Jesús, y permíteme amarle con todo mi corazón".

Silencio y Paz

Siempre me ha gustado mucho esta oración. La conocí con apenas 15 años, rezada con una bonita música de fondo, que cuando, ahora la releo, viene a mi memoria. Es la oración propicia para este día, conmemoración de todos los fieles difuntos. Ellos ya gozan del silencio y de la paz, y no habrá para ellos llanto, ni luto, ni dolor. Ojalá ya gocen de la gloria de Dios, porque la vida del hombre es contemplar a Dios. Que tengamos muy presentes hoy a todos esos queridos amigos y familiares que ya se fueron, pero que siguen vivos en nuestro recuerdo. Hagamos por ellos esta preciosa oración: Silencio y Paz. 

 

Silencio y Paz, fue llevado al país de la vida. ¿Para qué hacer preguntas? Su morada, desde ahora es el descanso, y su vestido la luz para siempre. 

Silencio y Paz, ¿Qué sabemos nosotros? Dios mío, Señor de la historia y dueño del ayer y del mañana, en tus manos están las llaves de la vida y de la muerte. Sin preguntarnos, te los llevaste contigo a la morada Santa, y nosotros cerramos nuestros ojos, bajamos la frente y simplemente decimos: está bien, así sea. 


Silencio y Paz, la música fue sumergida en aguas profundas, y todas las nostalgias gravitan sobre las llanuras infinitas. Se acabó el combate, ya no habrá para ellos lágrimas, ni llanto, ni sobresaltos. El sol brillará por siempre sobre su frente, y una paz intangible asegurará definitivamente sus fronteras.

 

 Señor de la vida y dueño de nuestros destinos, en tus manos depositamos silenciosamente, a nuestros seres entrañables y amados que se nos fueron. Mientras aquí abajo entregamos a la tierra sus despojos transitorios, duerman sus almas inmortales para siempre en la paz eterna, en tu seno insondable y amoroso, oh Padre de misericordia. Silencio y Paz.

¿Quién se anima a ser santo?

Celebramos en este día, la Solemnidad de Todos los Santos. Una fiesta muy importante en toda la iglesia, que recuerda a todas aquellas personas que supieron vivir en radicalidad su fe, y ser los verdaderos "amigos de Jesús". La santidad es la vocación a la que está llamado todo cristiano, desde su bautismo. ¿Nos da miedo ser santos? ¿Por qué no nos empeñamos con fuerza y contando con la ayuda de Dios en tan hermosa tarea? Acudamos a la intercesión de los santos, quienes son para nosotros faros de luz, modelos de seguimiento, y sobre todo, compañeros de camino. 

 

"Dios os bendice, los hombres cantan, cantan y cantan que sois felices. Dios os bendice, los amigos cantan, cantan y cantan que sois de Dios". Ojalá que también de nosotros se puede cantar un día que "somos de Dios, sus amigos, y que vivimos felices para siempre con Él en la que es nuestra patria, el cielo, la vida eterna". 

 
 ¿Te animas a ser santo? No es tarea fácil, pero con Jesús es posible. 


El fin de un mes

Hoy termina el mes de octubre, estamos a día 31, y mañana celebraremos la gran solemnidad de los santos, todos aquellos que murieron santamente y que no tienen un día fijo en el calendario, e igualmente todos esos "santos anónimos", que lo son, pero que ni siquiera han sido proclamados como tales por la Iglesia católica. Puede ser un día bonito para prepararnos a vivir tal solemnidad como verdaderamente se merece. Los santos son faros en el camino, guías y ejemplos, modelos de seguimiento al Señor en radicalidad y entrega. 

 

Esta noche muchos vivirán el llamado "Halloween", una fiesta para nada religiosa, más bien todo lo contrario. Que sepamos convivir con ello, con paz, y seamos en nuestros ambientes, portadores de amor y caridad para con todos. Que en este día, al hacer balance del mes de octubre, saquemos buenos propósitos para el próximo mes, en el que tendremos muy en cuenta a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros.

Con Dios es posible

En el camino de la vida, muchas veces se hace difícil mover los pies, nos quedamos acomodados en nuestros ambientes y lugares en los que todo nos parece fácil. Sin embargo, pedimos a Dios que cambie esas situaciones en las que nos encontramos, de desaliento, desánimo y poca esperanza. El Señor está siempre dispuesto a ayudarnos, pero..." el que nos creó sin nosotros, no nos salvará sin nosotros", es decir, quiere contar con nuestra voluntad y nuestro ánimo decidido. 

Que hagamos realidad eso que dice el refrán: "A Dios rogando, pero con el mazo dando".

Preparando el Belén

 
Ya estamos casi inmersos en el mes de Noviembre, y falta poco para que la Iglesia entera se vista de morado y espere, junto con María y José, la venida del niño Dios. A ese tiempo se le llama Adviento, y esta imagen, sin ninguna duda, pertenece a ese tiempo, pero... ¿por qué no mirarla también ahora? El adviento simplemente dura 4 semanas, pero María, lógicamente, tuvo un embarazo mucho más largo. Por eso, pienso que esta escena a escasos dos meses de la Navidad, puede ayudarnos a preparar el corazón de la mejor manera para la venida de Jesús a nuestras vidas. Hay una preciosa canción que nos invita a hacerlo muy bien: "Abre tu tienda al Señor, recíbele dentro, escucha su voz, prepara tu fuego, porque llega el Amor". 

Ojalá que en esta cuenta atrás hasta la Navidad, podamos preparar nuestro mejor pesebre para aquel que llega indefenso, en pañales, y sin un lugar donde reclinar su pequeña cabecita de recién nacido. El Señor se lo merece todo, ¿te animas a buscar cada día una figurita para que poco a poco tu Belén, el del corazón, esté bien dispuesto? Yo hoy te propongo la figura de la oración y la relación con Jesús. El resto.... tarea tuya. 

El ciego Bartimeo

Hoy Jesús cura de su ceguera al ciego Bartimeo, aquel que sentado al borde del camino gritaba: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mi!". Jesús no es sordo a sus súplicar y enseguida manda llamarle: "¿Qué puedo hacer por ti?". Bartimeo solo quiere ver: "Maestro, que vea". La respuesta de Jesús es clara: "Tu fe te ha salvado". 

 

Un bonito pasaje evangélico, que nos invita a suplicar al Señor, como el ciego, para que Jesús cure nuestras cegueras y nos permita mirar cada día con una mirada nueva, la de Dios, la de la misericordia y compasión. 

 

"Señor, en este día, nace de mi corazón una súplica ardiente: que vea; que sepa mirar a los que tengo al lado con tus ojos; que cures mis cegueras y enciendas luz en las noches de mi vida".