Domingo, día del Señor

 Es domingo, día del Señor, jornada en la que agradecemos a Dios todos sus beneficios, y recordamos su resurrección. Los domingos solemos fijarnos en el Evangelio, pero hoy, nos vamos a fijar en la primera lectura, tomada del profeta Jeremías, quien nos cuenta su vocación como profeta del Señor, es decir, portavoz de Dios para su pueblo. 

 

En los días de Josías, recibí esta palabra del Señor: «Antes de formarte en el vientre, te escogí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te nombré profeta de los gentiles. Tú cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor. 

El Señor, en este domingo, nos dice lo mismo que a Jeremías: antes de formarte en el vientre, te escogí; te consagré; no les tengas miedo, te convierto en plaza fuerte. Ojalá que estas palabras del Señor, dirigidas al profeta Jeremías y a todos nosotros, nos ayuden en medio de las dificultades de cada día, y nos animen a dar testimonio de Jesús allá donde vayamos. 
 


Feliz domingo para todos, que sea un día para el Señor.  

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