¿Te atreves cada día a lanzar un sentido "te quiero" al Señor? Él te ha amado de una manera singular, hasta el extremo, entregando la vida por ti en una cruz. Es muy fácil decir a Jesús que le quieres, con pequeños o grandes gestos en la vida cotidiana. No pierdas la oportunidad de amarle en los hermanos, en el trabajo, en la calle, en casa.... Y por supuesto, teniendo un rato diario para Él en la Eucaristía.
"Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero, y hoy, más que nunca, en este tiempo de Cuaresma, quiero decírtelo".
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