¿Qué pasa por tu mente y tu corazón al contemplar este rostro? Fue por amor a ti. Él amó hasta el extremo, hasta dar la vida, para que tú pudieras tener la VIDA. Ojalá que la contemplación de este rostro nos lleve a cambiar nuestro corazón, a trabajar por la conversión que se nos pide en esta Cuaresma, y así poder estar cerca de quien lo dio todo por nosotros.
"Señor, viendo tu rostro muerto, exhausto por el sufrimiento, no puedo decir más que GRACIAS. Gracias por dar tu vida por mí. Ayúdame a corresponder a tu gran amor, Señor".
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