Ayer, en el Evangelio, Jesús nos decía: "No he venido a abolir la ley ni los profetas, sino a dar plenitud". La imagen, mejor que las palabras, nos lo muestra magníficamente. A menudo los preceptor y normas se nos hacen duros, cuesta arriba. Sin embargo, Jesús quiere que los vivamos de una manera nueva, dándoles un nuevo sentido, sabiendo que todos los preceptos y normas nos ayudan a acercarnos a Dios.
Sigamos a Jesús, viviendo con alegría y serenidad, con un nuevo sentido, lo que la Iglesia, iluminada por el Espíritu nos propone. Seguro que de este modo, viviremos la Cuaresma con más alegría y empeño.
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