"He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en compensación es ultrajado y ofendido. ¿Estás dispuesto a ser reparador de este Corazón? El Señor llama a tu puerta cada día, ábrele, y entrará para cenar contigo"
San Francisco Javier
La fiesta de San Francisco Javier, a quien celebramos en este día, nos anima a "prender fuego al mundo", tal y como se titula una biografía suya: "El Oriente en llamas". Su ardor misionero y su celo apostólico le llevaron a predicar a Jesús hasta los confines del mundo, muriendo a las puertas de China.
¿Por qué no hacer que este Adviento sea misionero? ¿Por qué no anunciar a los cuatro vientos que Jesús llega y quiere hospedarse en nosotros? Que San Francisco Javier nos ayude, y ponga en nosotros un corazón misionero, que se sienta enviado a proclamar que ser cristiano es lo mejor de la vida.
El inicio del Adviento
Hoy es domingo, y no un domingo cualquiera, sino el primero de este nuevo año litúrgico que el Señor nos regala. Comienza el ADVIENTO, un tiempo que nos anima a esperar la llegada de un huésped a nuestra vida. Un huésped especial, no un cualquiera. Alguien dispuesto a transformar nuestra vida, y a hacer de nuestro ser un ser agradable a Dios. La primera palabra que ha de resonar en nosotros en este Adviento es la VIGILANCIA. Vigilemos, estemos atentos, velemos, porque el Señor llega, y ojalá no pase indiferente por nuestra vida.
Santo Adviento, en la compañía de María, la protagonista de este tiempo, de Juan Bautista, precursor de Jesús, y de los profetas, que nos anuncian su venida.
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