Virgen María:
Si algo vemos en Ti, es un espíritu de aventura.
También Tú te arriesgaste:
Fuiste bienaventurada por creer, Bienaventurada por esperar,
Bienaventurada por amar,
Bienaventurada por fiarte de Dios,
Bienaventurada por escuchar al Señor.
A nosotros, muchas veces, nos asusta la aventura de Jesús:
Nos cuesta perdonar,
Nos cuesta ofrecer tiempo a los demás,
Nos cuesta compartir.
Se nos hace duro olvidar las ofensas.
Haz, Virgen María, que Dios nos acompañe en nuestro caminar
para que la aventura de nuestro vivir
sea más rica y más santa.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario