Quedan pocos días para recibir al niño Dios en nuestro corazón. Estamos en la recta final, y será necesario disponer todo para que Él pueda nacer. Ojalá pueda encontrar un pesebre calentito, sin obstáculos, acogedor, y también un hogar bien dispuesto, el que no tuvo en aquella noche de Belén. Seamos buenos posaderos, ansiemos recibir al que llega, y hagámoslo con la mejor de nuestras sonrisas.Dejemos que la ilusión navideña, con sus villancicos, nos envuelva y acompañe durante todos estos días.
Visitemos belenes con los amigos o la familia; miremos mucho a Jesús en el Belén e identifiquémonos con alguna de las figuras que allí están. Hagamos de esta Navidad que ya llega, un tiempo entrañable, lleno de Dios y de mucha paz y alegría.
Aprovechemos estos días que nos quedan del Adviento para disponernos adecuadamente.
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