Santísima Trinidad

Estamos ya en el domingo posterior a la fiesta de Pentecostés, y la Iglesia nos invita a mirar a la intimidad de Dios, que es UNO y TRINO. Creemos en Dios, que es uno solo, un único Dios, pero que se manifiesta a través de tres personas: PADRE, HIJO y ESPÍRITU SANTO. 
 
La solemnidad de este domingo nos anima a mirar a Dios "por dentro", en su intimidad, en lo que Él mismo es. Dios es amor, Dios es comunión y fraternidad, Dios es Padre Creador, Hijo Salvador y Espíritu Santo Defensor. Invoquemos a la Trinidad, y no nos cansemos nunca de preparar nuestra alma para que Él habite siempre en nosotros.

Mes de Junio

Hoy comenzamos el mes de junio, y con él, el tiempo dedicado al Sagrado Corazón Jesús. Aprovechemos estos días. El Señor nos ama con corazón humano, no es un Dios lejano, que nos creó y se olvida de nosotros, sino que nos envía a su único Hijo, aquel que da la vida por nosotros en una cruz y se deja traspasar el corazón por amor a nosotros. Correspondamos a su amor, reparemos su corazón por tantas ofensas.

Visitación de María

Hoy celebramos la fiesta de la Visitación de María a su prima Isabel. Una fiesta entrañable, sin duda, en la que ambas primas se encuentran; ambas embarazadas, y comparten las maravillas que Dios ha hecho en ellas. María va a visitar a su prima, y el pequeño Juan salta de gozo en su seno al encontrarse con la Madre de Aquel que años más tarde bautizará. Isabel, llena de gozo, llama dichosa a María, porque Ella es la que ha creído sin vacilar, por eso es dichosa, feliz y bienaventurada. 
 
Celebremos con alegría esta fiesta de la Visitación de María, y aprendamos de ambas. Ojalá nosotros también seamos dichosos por creer en la Palabra del Señor.

Oración a la Flor del Carmelo

En estos días posteriores a Pentecostés, muchas personas invocan a la Virgen del Carmen, en las romerías celebradas en honor a la Flor del Carmelo. He aquí una bonita oración dirigida a María, bajo la advocación del Carmen.  
 
¡Oh Bellísima Flor del Carmelo, Fructífera Viña, Resplandor del Cielo, Madre Singular del Hijo de Dios, Virgen Siempre Pura! Madre Santísima, después de habernos traído el Hijo de Dios, permanecisteis intacta y sin mancha ninguna. ¡Oh Bienaventurada Siempre Virgen, asistidme en esta necesidad! ¡Oh Estrella del Mar, auxiliad y protegedme! ¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos! ¡Madre y Ornamento del Carmelo, rogad por nosotros! ¡Virgen, Flor del Carmelo, rogad por nosotros! ¡Patrona de los que visten el Santo Escapulario, rogad por nosotros! ¡San José, fiel Amigo del Sagrado Corazón, rogad por nosotros! ¡San José, Castísimo Esposo de María Santísima, rogad por nosotros! ¡San José, nuestro Gran Protector, rogad por nosotros! ¡Dulce Corazón de María, sed nuestra Salvación! Amén.



Encuentro de niños de Primera Comunión

El próximo sábado, 9 de junio, habrá en el Seminario Diocesano de Valladolid un encuentro de niños y niñas de primera comunión. Será de 10 a 17 horas, con la celebración de la Eucaristía presidida por Don Ricardo. No dejes de invitar a muchos niños y niñas a que acudan y compartan la alegría de la fe con otros.

Pentecostés

Hoy celebramos la solemnidad de Pentecostés, fiesta con la que culminamos el tiempo pascual, que nos ha acompañado durante 7 semanas. Hoy el cirio pascual se apaga, hasta otra pascua, luciendo solamente en los bautizos y funerales. He aquí el Evangelio de hoy, que nos ayude a meditar e invocar la venida del Espíritu Santo. Que nunca nos cansemos de decir: "Ven, espíritu Santo, ven, espíritu divino". 
 
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío». Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».