Sábado, el día de María

Hoy es sábado, día dedicado en la Iglesia a la Virgen María. Ojalá que Ella, como buena Madre, interceda por nosotros, sus hijos, que recurrimos con devoción a su inmaculado corazón. Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra nos cuide, nos proteja, nos aliente y guíe en el camino de la vida. Feliz sábado para todos.

Juntos podemos

¡Cuántas veces nos fijamos solamente en los defectos de los demás, sin ser capaces de ver sus cualidades! El Señor nos llama a ver en los demás todo lo bueno, y sobre todo a tratarles como verdaderos hijos de Dios y hermanos nuestros. Ojalá que hoy, día de San Mateo, podamos mirar a los demás con los ojos de Dios, que son los del amor y la misericordia. La reflexión que a continuación comparto con vosotros y que una amiga me ha pasado, puede ayudarnos a ello.
 
Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? Hacía demasiado ruido!. Y, además, se pasaba el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto. En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un fino mueble. Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: - "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos". La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

Un nuevo día

El Señor nos ofrece nuevo un día lleno de posibilidades para trabajar por Él y por su Reino. Aprovechemos este día, pongamos todo en sus manos y dejemos que el Señor nos envuelva con su bondad, su misericordia y su piedad para con todos. ¿Qué ofrecer a los otros si previamente no lo recibimos? Estemos dispuestos a recibir de Jesús todo aquello que quiera regalarnos, para ser portadores de buena noticia para los que tengamos al lado.

Pequeños o grandes pasos

Una amiga me ha pasado esta bonita reflexión, salida de un corazón agradecido al Señor por los "pequeños pasos" que le permite ir dando en la vida. Ojalá construyamos nuestra vida de pequeños pasitos, que se conviertan en grandes para Dios y para los que tenemos al lado. 


Nuestro paso por la vida ha de estar hecho de pequeños pasos. Pasos firmes, seguros….con confianza. El camino es incierto y nosotros siempre queremos que sea llano, fácil, pero hay curvas, hay piedras, hay pequeñas y grandes alturas que escalar.

 A veces nos aterra caminar...y vamos por la vida corriendo, a zancadas, sin darnos cuenta por donde vamos, quién está en el camino, o qué maravillas a su paso nos ofrece la vida. Buscamos atajos cuando aparecen las alturas. Nos cambiamos los zapatos pensando que con ello el camino cambia. Nos sentamos en el borde del camino, esperando que alguien lo allane.

 Y la mayoría de las veces, vamos mirando hacia atrás en vez de hacerlo hacia delante. Y ¿es que es tan difícil el camino? O ¿somos nosotros quienes lo complicamos? Tú nos dices: el que quiera seguirme que cargue con su cruz…. Y ¿por qué eso me frena a seguir Tu camino? Si la cruz me puede servir de bastón cuando necesito un apoyo, si la cruz me puede también servir de tabla si caigo en el río y me arrastra la corriente, si la cruz me puede servir de puente cuando quiero ir a la otra orilla y no alcanzo.

 ¿Por qué pensar que la cruz ata?, si es una cruz que libera, que da seguridad, que da apoyo en la vida. Ojalá, podamos agarrar tu cruz, asirnos a ella, ponernos los zapatos de marcha, y pasito a pasito con seguridad y firmeza, caminemos hacia Ti, construyendo tu reino, disfrutando en el camino...y sobre todo dejando huellas en él.

JMJ 2013

Aquí tenéis el video que nos invita a asistir a la próxima Jornada Mundial de la Juventud, y de fondo podemos oir el ya himno oficial de esta jornada. ¡Que lo disfrutéis!

Un beso para el alma

Hoy en día los besos están de moda, ¿verdad? Pero... ¿Quién nos da un beso de esos que llegan al alma? Estamos tan necesitados de uno de esos... Ahí va una bonita reflexión para que podamos ser portadores de besos del alma para otros.

Besar el alma es saber tener paciencia, comprensión y nunca juzgar a nadie, simplemente aceptar a las personas como son. 

Besar el alma es abrazarse cuando hay soledad, cuando se está triste... sin decir nada, solo sostenerse con ese abrazo de apoyo. 

Besar el alma es sentarse juntos, cuando no hay necesidad de hablar, cuando solo hace falta el silencio para saber comprender todo. 

Besar el alma, es sentir otras manos que dan apoyo, fortaleciendo esa esperanza de vida y de compañía.

Besar el alma, es decir que te quiero con la mirada.

¿Cuántos de nosotros necesitamos de ese beso en el alma que nunca llega?

¿Quién es Jesús para ti?

Es domingo, y Jesús, en el Evangelio, nos hace una pregunta comprometida. ¿Quién soy yo para ti? Ojalá que podamos responderla de la mejor manera, en la oración.



En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?». Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas». Y Él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo». Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres». Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará».