25 de diciembre: Dios nació

Es Navidad, amigos. Es día de alegría, de regocijo y gozo, porque todo un Dios se ha hecho niño. La profecía se ha cumplido: "Mirad que una virgen dará a luz un Hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, Dios con nosotros". Esto ayer por la noche se hizo realidad.
Verdaderamente "un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado". Demos gracias a Dios por la inmensidad de su amor, y pongamos lo mejor de nosotros en el pesebre, junto al Niño Jesús.
Comparto con vosotros esta bonita canción de José Luis Perales: "Navidad, es Navidad". Yo tengo especial cariño a esta canción, y creo que es un día propicio para escucharla.
Os deseo a todos los que visitáis normalmente este blog una Feliz Navidad. Que verdaderamente el Niño Dios haya nacido dentro de nosotros. Feliz día!


Nochebuena


Ya es casi Navidad. Hace mucho que las vitrinas de los negocios fueron adornadas para la ocasión. Cada uno a su manera se prepara para los días de fiestas. Para algunas personas todavía es natural oír el mensaje navideño de Feliz Navidad.


En esa noche tan especial, un ángel rodeado de gloria apareció inesperadamente a unos pastores de Belén, quienes tuvieron gran temor. Rodeados de resplandor, escucharon la noticia del mensajero celestial: “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor” .
De repente, esos hombres se vieron frente a una realidad: el Mesías había nacido. No tardaron en visitar al niño en el pesebre. Luego, de manera espontánea, anunciaron a todos a su alrededor lo que habían visto. Para ellos fue una noche especial, una verdadera Nochebuena.

¡Qué alegria que en estos días dicho relato sea nuevamente leído en muchos lugares! Pero con toda la agitación existente, no pasemos por alto el verdadero contenido de la historia: el niño Jesús que nació en aquel entonces, es el Salvador y también el Señor del mundo.


Las dos afirmaciones son ciertas, pero sólo los creyentes sinceros lo entienden de veras, desean vivir una vida para Cristo y seguirle como Señor de sus vidas.
Ojalá que así sea en todos nosotros.


Feliz Nochebuena, "no la debemos dormir, la noche es santa".

Ven, Señor, no tardes más


Hoy, día 23, la iglesia ultima los detalles para la venida del Niño Dios. Nosotros también hemos de ultimar los preparativos en nuestro corazón y en nuestras casas. Mañana será un día grande, una noche santa, "no la debemos dormir, la noche es santa", como dice ese bonito villancico. Mañana nacerá un Salvador, el Mesías, el Señor, el que salvará a su pueblo de los pecados.


El Niño Dios quiere salvarnos, a ti y a mi, a todos, pero a cada uno personalmente. Abre tu corazón, déjale entrar, para que haga milagros contigo. Ojalá Él nazca dentro de nosotros e ilumine las sombras de nuestra vida, para transformarlas en frutos de vida eterna.


Os propongo hacer una última petición al Señor para que venga, que no tarde, que se apresure, con el siguiente himno de la liturgia:


Destilad, cielos, el rocío; lloved, nubes, al Justo.
No te enojes Señor, no te acuerdes más de nuestra maldad.
La ciudad del Santo está desierta;
Sión ha quedado arrasada,
Jerusalén, desolada,
la casa de tu santidad y tu gloria,
donde te alabaron nuestros padres.
Destilad, cielos, el rocío; lloved, nubes, al Justo.
-
Hemos pecado y estamos manchados.
Hemos caído como las hojas
y nuestras maldades nos arrastraron como el viento.
Nos escondiste tu rostro y nos dejaste con nuestra iniquidad.
Destilad, cielos, el rocío; lloved, nubes, al Justo.
-
Mira, Señor, la aflicción de tu pueblo
y envía al Prometido: envíanos al Cordero que rige la Tierra,
desde el desierto de Petra hasta el monte de la hija de Sión,
para que rompa el yugo de nuestra esclavitud.
Destilad, cielos, el rocío; lloved, nubes, al Justo.
-
Consuélate, pueblo mio, consuélate,
que pronto llegará tu salvación;
¿Por qué te consumes de tristeza? ¿Por qué se renueva tu dolor?
Te salvaré, no temas: yo soy el Señor, tu Dios,
el Santo de Israel, tu redentor.

La Navidad está cerca


Ya estamos a día 21 de diciembre. El Señor se acerca, ya está casi en nuestros corazones. Preparemos los últimos detalles para que todo esté listo cuando Él llegue el próximo viernes: pongamos el Belén si aún no lo hemos hecho, que nos ayudará a hacer composición de lugar; oremos ante el Señor, preparemos nuestro corazón con la confesión, y sobre todo acudamos a María, que Ella interceda por nosotros.


Aprovecho para desearos a todos los que leéis este blog, una Feliz Navidad. Que el Niño Dios nazca verdaderamente dentro de nosotros, nos transforme y llene nuestras vidas de su bendición. Ojalá que la noche del 24 de diciembre sea una verdadera NOCHEBUENA, la que nos trae una gran noticia: el nacimiento del Salvador. Feliz Navidad a todos.

Presentación de la "Verbum Domini"


Hoy lunes 20 de Diciembre a las 20:00 horas el Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid (Paseo de Filipinos, 7) nos invita a asistir a la presentación académica de la Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, teniendo como ponentes a D. Ricardo Blázquez, Arzobispo de Valladolid, David Álvarez y D. Pablo Tirado.


La entrada es libre.


Estáis todos invitados a acudir, siempre es importante una buena explicación para comprender los textos publicados por el Santo Padre, y a partir de ahí poder transmitirlos a otros.

IV domingo de Adviento

Hoy estamos ya en el cuarto domingo de Adviento. Ultimemos nuetra preparación para la venida del Niño Dios.

Las lecturas ya están anunciando el nacimiento del Mesías, el Señor, el que había de venir. “Va a entrar el Señor, Él es el Rey de la Gloria”.


Y es que la promesa está por cumplirse: ocho siglos antes lo había anunciado el profeta Isaías: “Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”.

El Dios Padre Creador del Universo, el invisible, desea hacerse visible para el hombre que tanto ama y que ha creado a Su imagen y semejanza.

Al que quiere darle una nueva oportunidad de recuperar la vida eterna, que perdió por su desobediencia, por el mal uso de la libertad. Y escoge a una persona como María, obediente, humilde, con disponibilidad, con capacidad de servicio a los demás, con espíritu de sacrificio, con una fe inquebrantable en el Dios de sus padres, conocedora de las Escrituras, a la que fue preparando desde la eternidad para que fuera quien lo llevara en su seno, como verdadero Templo del Espíritu Santo. Y qué decir de José, un hombre justo y obediente a Dios. Capaz del más grande sacrificio: negarse a sí mismo por el bien de los demás.

¡Qué sagrada familia! ¡Qué ejemplo para todos nosotros! Sin embargo, estamos realizando los preparativos de Su cumpleaños, pero se nos ha olvidado el invitado principal, y lo que Él desea por parte de nosotros.

Preparemos el Corazón, feliz domingo.