Mirar a María

En este sábado, miremos a María y pidámosle aquellos que más necesitamos y deseamos. Que Ella nos tenga siempre en brazos, como a su hijo Jesús, y no se canse nunca de protegernos y alentarnos en el camino de la vida. 

Feliz sábado, de la mano de María, nuestra Buena Madre.

Fiesta de la Conversión de San Pablo

Celebramos hoy la conversión del Apóstol San Pablo, aquel que pasó de ser un perseguidor de Jesucristo y los suyos, a ser el apóstol de los gentiles, acérrimo defensor del cristianismo. La lectura de la liturgia de hoy puede ayudarnos en nuestra oración. Ojalá que, como Pablo, dejemos que el Señor se haga el encontradizo con nosotros y nos llene de su amor, para ser fieles defensores de su palabra y su amor en medio del mundo. 

 

En aquellos días, dijo Pablo al pueblo: -«Yo soy judío, nací en Tarso de Cilicia, pero me crié en esta ciudad; fui alumno de Gamaliel y aprendí hasta el último detalle de la ley de nuestros padres; he servido a Dios con tanto fervor como vosotros mostráis ahora. Yo perseguí a muerte este nuevo camino, metiendo en la cárcel, encadenados, a hombres y mujeres; y son testigos de esto el mismo sumo sacerdote y todos los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y fui allí para traerme presos a Jerusalén a los que encontrase, para que los castigaran. Pero en el viaje, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” 

Yo pregunté: “¿Quién eres, Señor?” Me respondió: “Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues.” Mis compañeros vieron el resplandor, pero no comprendieron lo que decía la voz. Yo pregunté: “¿Qué debo hacer, Señor?” El Señor me respondió: ‘Levántate, sigue hasta Damasco, y allí te dirán lo que tienes que hacer. “ Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco. 

Un cierto Ananías, devoto de la Ley, recomendado por todos los judíos de la ciudad, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: “Saulo, hermano, recobra la vista.” Inmediatamente recobré la vista y lo vi. Él me dijo: “El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, para que vieras al Justo y oyeras su voz, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, no pierdas tiempo; levántate, recibe el bautismo que, por la invocación de su nombre, lavará tus pecados.”»

Celebraciones

Hoy celebramos la fiesta de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas y todos aquellos que se dedican al mundo de los Medios de Comunicación. Nuestra sociedad se caracteriza por los "mass media" y las nuevas tecnologías, y hoy más que nunca estamos llamados a llevar a cabo una nueva evangelización, sin cansarnos de proclamar la buena noticia de Jesús a todas las personas que tenemos al lado. 

Hoy también, además de celebrar la fiesta de San Francisco de Sales, todos los que seguimos este blog estamos de fiesta, pues hoy se cumple el tercer aniversario de esta sencilla página, que lleva por título el grito que Santa Magdalena María de Pazzi  hacía suyo. Este blog quiere ser una llamada a amar al AMOR, es decir, a Jesucristo, y dejarse contagiar por el gran amor que Él nos tiene. 
 


Desde este blog también felicitamos a los oyentes y voluntarios de RADIO MARIA, que hoy cumple 14 años de emisión en España. Que San Francisco de Sales nos ayude, interceda por nosotros y nos permita tener siempre las palabras adecuadas, para anunciar a los cuatro vientos que Jesús nos ama.


¿Te atreves a abrirme?

El Señor está siempre a la puerta de nuestro corazón, esperando que le abramos y le dejemos entrar dentro de nosotros, para transformar nuestro corazón y hacerlo cada vez más semejante al suyo. ¿Te atreves a abrirle y a dejarle entrar para que realmente te contagie de su buena noticia y de sus mismos sentimientos? Yo estoy dispuesto a hacerlo, y deseo que tú también. Así, con Jesús dentro de nosotros, podremos ser otros "cristos" para los que tenemos al lado, acompañándoles en sus sufrimientos y alegrías.

"A mi Dios de las prisas y afanes"

Estamos en el segundo domingo del tiempo ordinario, un día en el que se nos invita a mirarnos como "favoritos de Dios", porque "ya no se nos llamará abandonados, ni a nuestras tierras devastadas, sino que somos favoritos de Dios, y nuestra tierra desierta tendrá marido". 

 

En medio de nuestros afanes y prisas, elevemos nuestra plegaria al Señor. Os propongo una oración que una buena amiga me envía. Que de nuestros labios y nuestro corazón salga esta bonita oración para nuestro Dios.

Eres mi Dios del día a día, de cada día. Eres al que me gustaría rezarle más, tener más tiempo para permanecer a solas, en tu presencia, olvidarme del reloj, de las tareas y de las prisas y abandonarme en tus brazos, en tus generosos brazos.

Mi vida es, no solo de familia sino de entrega a Ti, cada vez me pides más y yo te doy, haces que mi tiempo se multiplique pero siento que yo encuentro solo pequeños ratitos que dedicarte, aunque mucho de mi tiempo es entregado a Ti. 

 Quiero que recibas como la más preciosa de las oraciones: mis prisas, mis afanes, mi trabajo diario, las tareas diarias hechas con cariño, mis cansancios, mis derrotas, mis fracasos y aciertos, mis sonrisas y mis enfados, mis días grises y mis días rosas, los que pones a mi lado, los que me encuentro a mi paso, el cariño que doy y el que recibo todos los días, quiero que con todo, Tú y yo hagamos una preciosa oración, la más bonita oración que podamos imaginar, y entonces componer en las prisas nuestra oración especial.