Ultimando el tiempo navideño

Quedan pocos días para terminar el tiempo navideño, que concluirá el próximo domingo, con la solemnidad del Bautismo del Señor. En estos últimos días de Navidad, podemos preguntarnos qué es lo que ha supuesto este tiempo para todos nosotros. ¿Cómo he vivido la Navidad? ¿Ha nacido verdaderamente dentro de mí el Señor? ¿Estoy dispuesto a hacer que todos los días en mi vida sigan siendo Navidad? Delante del Señor, y disfrutando de su presencia, podemos meditar todas estas preguntas y proponernos nuevos retos y proyectos para este año recién comenzado. Contamos con la Virgen María, aquella que dio a luz a su Hijo y con Él nos trajo la salvación. 
 

Pensemos también en estos días en nuestro Bautismo, y en la vocación a la santidad a la que, desde nuestro Bautismo, todos estamos llamados. 

Felices días últimos de Navidad para todos.

Cristificar el mundo

¿Por qué no cristificar el mundo? ¿Por qué no ser portadores de Jesús en una sociedad muchas veces contraria todo lo cristiano? Estamos en tiempos de testimonio. A los cristianos, más que palabras, se nos piden obras que puedan testificar nuestra fe en Jesús y nuestra coherencia de vida con el plan que Él propone. 

 

Si eres joven, llévate a Jesús contigo a los ambientes que transitas. Si eres anciano, cuenta con Jesús como compañero de tus largas tardes de soledad. Si eres trabajador y pader de familia, cuenta con Jesús para ayudarte a sacar adelante tus proyectos y anhelos. 

 

Con Él se puede, y con Ella, su Madre y Madre nuestra, también. Cristifiquemos, pues, nuestro mundo, y seamos buen olor de Cristo para los que se crucen con nosotros.

Jesús, nuestro centro

Seguramente muchos de los que leéis este blog, aprendísteis en su momento esta bonita oración que os propongo a continuación. Muchos la rezan después de comulgar a Jesús en su corazón. Sin duda, nos ayudará a invocar a Jesús, a darle gracias por su misericordia con nosotros, y a pedir su fuerza para todos los días de nuestra vida. 

 

Alma de Cristo, santifícame. 
Cuerpo de Cristo, sálvame. 
Sangre de Cristo, embriágame. 
Agua del costado de Cristo, lávame. 
Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. 
Dentro de tus llagas, escóndeme. 
No permitas que me aparte de Ti. 
Del maligno enemigo, defiéndeme. 
En la hora de mi muerte, llámame. 
Y mándame ir a Ti. 
Para que con tus santos te alabe. 
Por los siglos de los siglos. Amén.

Seguimos en Navidad

Seguimos en Navidad. Seguramente las tiendas y los demás centros comerciales estén quitando ya los adornos navideños, pero seguimos en Navidad. Ellos adelantaron este tiempo, robándonos el Adviento, y ahora nos roban la semana que nos queda de disfrutar de la Navidad, un tiempo que culmina con la solemnidad del Bautismo del Señor que celebraremos el próximo 13 de enero. 

 

Sigamos aprovechando este tiempo, y sobre todo, miremos mucho al recién nacido. Él sonríe desde su cuna, y nos bendice con sus manos, alentándonos en el camino de la vida. María y José, mientras, callan, observan y confían. Saben que el pequeño Jesús será realmente grande. 
 


Feliz tiempo de Navidad, que nadie nos robe del corazón la alegría que el recién nacido nos ha traído.

Felices Reyes

Hoy, día de la solemnidad de la Epifanía del Señor, ojalá Jesús se nos haya mostrado a todos nosotros, como lo hizo a los pastores y los magos que vinieron desde lejos. Ellos adoptaron la mejor de las actitudes: la adoración. Adoremos cada día al Señor en la Eucaristía y veámosle en los que tenemos al lado.