"Tu cuerpo adoramos, Señor"


Ante la ya inminente celebración de la fiesta del Santísimo y Cuerpo del Señor, preparemos nuestro corazón para recibirle en nuestras calles y para adorarle, venerarlo y comulgar su cuerpo. ¿Acaso no es un auténtico privilegio que el Rey de Reyes visite nuestras calles y plazas y procesione por ellas?. Hagámosle un hueco en nuestra vida, vistamos nuestro corazón de fiesta y acojámosle con lo mejor de nosotros.


"Con fe te adoramos, Dios oculto aquí, bajo el pan y el vino te vemos a ti, dame que en tí crea siempre más y más, que en tí solo espere y te ame sin cesar".


Estas palabras del famoso canto "Adoro te Devote" nos pueden ayudar para preparar nuestra alma de fiesta para tal evento. Os invito a recitar esta oración entera, con todas sus estrofas, ante el Santísimo Sacramento.

Preparando la fiesta del Corpus Christi


En este día, pensemos de manera especial en todos los sacerdotes, cercano ya el término del año sacerdotal y cercana la fiesta, tan solemne para nuestra iglesia, del Corpus Christi. La mejor preparación para poder procesionar al Señor por nuestras calles, y para poder recibirle dignamente en la Eucaristía será la confesión de todos nuestros pecados y el propósito firme de no ofenderle. El ejemplo de los santos, la mortificación, el sacrificio y la oración al Señor nos ayudarán para lograrlo. Que María, madre del Señor y madre de los sacerdotes, nos conforte en nuestra vida espiritual y nos aliente en nuestro camino.

"Hambre de la Eucaristía"


Cada día el Señor se nos entrega en la Eucaristía. Jesús ha querido quedarse entre nosotros a través de las especies del pan y del vino para poder ser comido y adorado por nosotros. ¡Cuántas veces acudimos a la Eucaristía por rutina, o con distraciones, sin saber muy bien lo que celebramos!. Nos ayudará a tomar conciencia del gran regalo que se nos hace la preparación que tengamos antes de la Misa. Hemos de desear recibir a Jesús, debemos tener "hambre de la Eucaristía", al igual que nuestro estómago siente hambre cuando pasan unas cuantas horas sin comer. Si realmente deseamos el encuentro con Jesús a través de la comunión, el momento mismo de la Misa será para nosotros algo realmente bello y fructuoso, pues lo esperábamos con gozo.

Pidamos al Señor que nos conceda hambre de Él, al igual que Él tiene sed de nuestro amor. Miremos la cruz, sus brazos abiertos, y corramos como niños a su regazo, para poder recibir del Señor la misericordia y la paz de todo un Dios entregado por amor a nosotros.

Nuevo mes: Junio

Comienza el mes de junio, una época marcada, para los estudiantes, por los exámenes y la recogida de los frutos sembrados durante el año. Terminar un curso siempre invita al balance, a la revisión y a los propósitos para el año próximo. Que nuestro mayor propósito y aspiración sea la santidad, a la que el Señor nos llama en el Evangelio. Muchas fiestas en este mes nos podrán ayudar a vivir cada día más cerca de Jesucristo. Esperemos ansiosos vivir con gozo la fiesta de su Sagrado Corazón, el Corpus Christi, el día del Corazón Inmaculado de María, los santos Pedro y Pablo...
Que María interceda siempre por nosotros y nos ayude para el buen resultado de los exámenes.

¿Y cómo es que la Madre del Señor viene a mí?


En este día de la Visitación de María a su prima Isabel, pensemos en ese encuentro y meditemos en la profunda alegría de Isabel. "¿Cómo es que la Madre del Señor viene a mí?".

Podemos también nosotros, en este día, como Isabel, saltar de asombro por la presencia del Señor en nuestras vidas. ¿Quiénes somos para que el Señor se fije en nosotros?. Pienso que hoy, en este día, por intercesión de María, podemos pedir al Señor que ponga en nuestras almas sed de Él, deseo de su presencia, y verdadera intención de hacer todas nuestras cosas por Él.


Asombrémonos cada día de ser unos privilegiados por poder recibir a Jesucristo en nuestra alma, y saltemos de gozo, como el pequeño Juan, en el seno de su madre Isabel.


Ojalá que en nuestras vidas, cada día sea un Ain-Karém, un encuentro de miradas con María, la intercesora, la "regalona". Que Ella nos ayude en nuestro camino hacia la casa del Padre.

Misterio insondable

Feliz dia de la Santísima Trinidad. Que la contemplación de este misterio insondable nos permita crecer cada día en unidad y amor de unos con otros.
Mañana día 31 de mayo, último día del mes dedicado a María, la iglesia celebra la fiesta de la Visitación de Nuestra Señora a su prima Isabel. Pensemos y meditemos en la servicialidad de María y en el cántico que Ella pronuncia allí: el Magnificat.
Ojalá sepamos gritar cada día, en medio de las tristezas y las alegrías que el Señor es bueno con nosotros, y que su misericordia recae sobre aquellos sencillos y humildes que le siguen.

"Heme aquí, Señor, quiero decirte, como María, que se haga en todo tu voluntad, que tú reines en mi corazón y que cada día sea un poquito más tuyo".