Re-cordar el amor de Dios

Jesús ascendió al cielo el pasado domingo, cuando celebrábamos la solemnidad de la Ascensión del Señor, y ahora, en estos días, invocamos la venida del Espíritu Santo a nuestros corazones. Este próximo fin de semana nos alegraremos con su venida en la solemnidad de Pentecostés. Precisamente Jesús había dicho a sus discípulos que marchaba al Padre, pero que no les dejaría solos: Os enviaré mi Espíritu Santo, que será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. 
 
 
 
La palabra recordar es una palabra preciosa: volver a pasar por el corazón. Es lo que debemos hacer cada día con la Palabra de Dios: rumiarla, recordarla, meditarla, hacerla vida. Ojalá que el Espíritu, que está por venir, nos permtia recordar cada día de nuestra vida, que Dios nos ama y que debemos corresponder a su gran amor de Padre.

La oración de Jesús

Seguramente, en muchas ocasiones hemos recitado esta oración de Jesús, la misma que Él enseñó a sus discípulos, y la que ahora proclamamos como la oración de los hijos de Dios. Una oración que nos invita a llamar a Dios Padre nuestro, y a pedirle el pan de cada día, así como que aparte de nosotros el mal y toda tentación, para ser buenos hijos suyos. 

En medio del mes de mayo, y a la espera del Espíritu Santo en la solemnidad de Pentecostés, recemos con fervor esta oración, y hagámosla vida en nosotros. Que verdaderamente vivamos como hijos de Dios, hijos de la luz y no de las tinieblas. El Señor nos lo conceda a todos.

San Isidro Labrador

Hoy celebramos la memoria de San Isidro Labrador, patrono de los agricultores y de todos los que se dedican a las tareas del campo. Son muchos los pueblos repartidos por toda España, que celebran su festividad  con procesiones, misas y bendiciones de los campos.

Hombre cuya vida fue sencilla, de profunda fe y con una devoción grande a la Virgen. Junto con su mujer, Santa María de la Cabeza, se consagraron ambos a la vida caritativa, pues ambos compartían un profundo amor a los pobres. Los milagros que se le atribuyen son sencillos, como sencilla fue su vida.



San Isidro es un claro ejemplo de como Dios se vale de personas sencillas, personas de virtudes probadas y entregadas al trabajo, para contribuir a una sociedad más justa para todos.

Pidamos hoy de manera especial su intercesión para que su vida sea ejemplo para nosotros, dirigiéndole esta oración:
 "Glorioso San Isidro, tu vida fue un ejemplo de humildad y sencillez, de trabajo y oración; enséñanos a compartir el pan de cada día con nuestros hermanos los hombres, y haz que el trabajo de nuestras manos humanice nuestro mundo y sea al mismo tiempo plegaria de alabanza al nombre de Dios. Como tú queremos acudir confiadamente a la bondad de Dios y ver su mano providente en nuestras vidas. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén"

San Matías, apóstol de Cristo

Celebramos en este día la fiesta de San Matías Apóstol, aquel que fue elegido para sustituir a Judas Iscariote, para seguir formando el colegio de los apóstoles, formado por 12. Si grandes fueron las tareas apostólicas de San Matías, y sus trabajos sin tregua, y su celo y fervor ardorosamente intrépidos, no fueron menos generosos sus anhelos de morir por Jesucristo. 
 

Toda su vida había suspirado por el martirio. A pesar de haber llenado toda la Judea con sus prodigios y favores, devolviendo la salud a innumerables enfermos, la vista a muchos ciegos, el movimiento a muchos tullidos, el consuelo a los afligidos y la vida a algunos muertos, se levantó un gran tumulto contra el Apóstol. Los príncipes de los fariseos conspiraron contra él, como algún día habían conspirado contra el mismo Jesucristo; los malvados lobos rodearon al cordero inocente, mancharon su honra atribuyéndole falsos crímenes, y levantaron el grito declarándolo reo de muerte. Sin pruebas de ninguna clase, el sumo pontífice de los judíos, como en otro tiempo Caifás, pronunció la criminal sentencia: Matías tenía que ser apedreado como perturbador, y después decapitado ignominiosamente. Así se ejecutó. Y mientras la cabeza del heroico discípulo de Cristo caía, su alma nobilísima volaba al cielo para recibir allí la corona imperecedera.

Nuestra Señora de Fátima

Hoy, 13 de Mayo, la Iglesia celebra con gozo la fiesta de Nuestra Señora de Fátima. Un día dedicado a la Virgen María; una jornada para lanzar a la que es nuestra Madre, los mejores piropos que nazcan de nuestro corazón agradecido. La Virgen María quiso, durante 6 meses consecutivos, del 13 de mayo al 13 de octubre, mostrarse a unos pequeños pastores para transmitirles un mensaje de penitencia, conversión e insistencia en la oración. Un mensaje que ha dado la vuelta al mundo entero, y que hoy nosotros, como buenos cristianos, queremos vivir y propagar. 
 
Que la Virgen de Fátima, a quien honramos hoy con lo mejor de nosotros, no se canse de llevarnos de la mano hasta su Hijo Jesús, y nosotros estemos muy atento a todo lo que Ella nos pida.

Feliz día de la Virgen de Fátima.

La Ascensión del Señor a los cielos

Es domingo, día del Señor, y hoy, séptimo domingo de Pascua, la Iglesia celebra la solemnidad de la Ascensión del Señor a los cielos. El Señor se va, sube al Padre, para sentarse a la derecha suya, tal y como proclamamos en el Credo, pero no nos deja solos: nos envía su Espíritu Santo. Jesús no sube al cielo para desentenderse de nosotros, sino que desde allí, vela e intercede ante el Padre por quienes somos sus hijos. 

 

Es un día de primeras comuniones; es un día para poner los ojos en el cielo, nuestra meta, y no dejar de pisar la tierra y atender las súplicas de tantos que, a nuestro lado, pasan necesidad. 

 

Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas. Que no nos cansemos de alabar a nuestro Dios con nuestros cantos, y le demos gracias por tantos dones concedidos cada día. 
 

Buen día del Señor para todos.