Jesús ascendió al cielo el pasado domingo, cuando celebrábamos la solemnidad de la Ascensión del Señor, y ahora, en estos días, invocamos la venida del Espíritu Santo a nuestros corazones. Este próximo fin de semana nos alegraremos con su venida en la solemnidad de Pentecostés. Precisamente Jesús había dicho a sus discípulos que marchaba al Padre, pero que no les dejaría solos: Os enviaré mi Espíritu Santo, que será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
La palabra recordar es una palabra preciosa: volver a pasar por el corazón. Es lo que debemos hacer cada día con la Palabra de Dios: rumiarla, recordarla, meditarla, hacerla vida. Ojalá que el Espíritu, que está por venir, nos permtia recordar cada día de nuestra vida, que Dios nos ama y que debemos corresponder a su gran amor de Padre.
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