Inmaculado Corazón de María

Si ayer celebrábamos la solmenidad del Sagrado Corazón de Jesús, hoy festejamos el Corazón Inmaculado de María, ese Corazón que en todo fue fiel y disponible al plan de Dios para su vida. Aprendamos de María a decir cada día de nuestra vida: "Hágase", "Heme aquí". Esto es lo que Jesús quiere de nosotros, apertura y disponibilidad a su plan para cada uno. 

 

Que el Corazón de María sea nuestra salvación, nuestro modelo de vida. Un Corazón lleno de paz, alegría, docilidad y disponibilidad al plan de Dios. Feliz día dedicado a María, a sus entrañas maternales, a su Inmaculado Corazón.

Solemnidad del Corazón de Cristo

Hoy la iglesia entera se alegra con la celebración de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Es un día para mirar el Corazón de Cristo, sus entrañas mismas, un Corazón grande, tierno, misericordioso, traspasado, prisionero de amor por todos nosotros. ¡Gracias, Señor, por tu gran corazón! ¡Gracias, Señor, por tus entrañas conmovidas por nuestro amor! 
 
En este día miremos mucho a Jesús crucificado, contemplemos su costado abierto, del que brotan sangre y agua para nuestra salvación. Imploremos su misericordia y su bondad para con nosotros, y ofrezcámosle sacrificios y actos de reparación. Sagrado Corazón de Jesús, en ti confio, sé mi salvación.

Hacia la fiesta del Corazón de Cristo

Está cercana la solmenidad del Sagrado Corazón de Jesús, una fiesta a la que dedicamos todo el mes de junio, y que además tiene mucha raigambre en nuestros pueblos y ciudades. Ojalá que no dejemos nunca de contemplar el corazón herido de Jesús, un corazón herido por amor. 
 
¡Cuánto amor derrochado por parte de Jesús en la cruz! De su costado brotó sangre y agua, señal de su amor por cada uno de nosotros. Para él somo exclusivos, irreprochables, únicos. ¿Quién nos ama con este amor eterno de Jesús? Solo Él. Démosle gracias, y correspondamos con nuestras obras a su infinito amor.

Corpus Christi

Hoy es la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Jesús, una fiesta de gran raigambre en nuestros pueblos y ciudades, y conocida con el nombre del Corpus Christi. Salgamos a nuestras calles en este día, a vitorear, alabar y bendecir a Jesús Sacramentado. Él está ahí, en ese trozo de pan, prisionero de amor por nosotros, esperando a que vayamos ante Él, para poner nuestras intenciones y necesidades, también nuestros anhelos y proyectos. Démosle gracias por todo, pidámosle perdón por nuestras indiferencias e infidelidades, y pidamos para nosotros misericordia, amor, bondad, para poder repartirlo a los demás. Feliz día del Corpus, alabado sea por siempre Jesús sacramentado.