Exaltación de la Santa Cruz

Este día nos recuerda el hallazgo de la Santa Cruz en el año 320, por parte de Santa Elena, madre de Constantino. Más tarde Cosroas, rey de Persia se llevó la cruz a su país. Heraclio la devolvió a Jerusalén. 

 

El cristianismo es un mensaje de amor. ¿Por qué entonces exaltar la Cruz? Además la Resurrección, más que la Cruz, da sentido a nuestra vida. Pero ahí está la Cruz, el escándalo de la Cruz, de San Pablo. Nosotros no hubiéramos introducido la Cruz. Pero los caminos de Dios son diferentes. Los apóstoles la rechazaban. Y nosotros también. Cuando Clovodeo leía la Pasión exclamaba: ¡Ah, si hubiera estado allí yo, con mis francos! La Cruz es fruto de la libertad y amor de Jesús. No era necesaria. Jesús la ha querido para mostrarnos su amor y su solidaridad con el dolor humano. Para compartir nuestro dolor y hacerlo redentor. Jesús no ha venido a suprimir el sufrimiento: el sufrimiento seguirá presente entre nosotros. Tampoco ha venido para explicarlo: seguirá siendo un misterio. Ha venido para acompañarlo con su presencia. En presencia del dolor y muerte de Jesús, el Santo, el Inocente, el Cordero de Dios, no podemos rebelarnos ante nuestro sufrimiento ni ante el sufrimiento de los inocentes, aunque siga siendo un tremendo misterio. 

El que no sufre, queda inmaduro. El que lo acepta, se santifica. El que lo rechaza, se amarga y se rebela.

Un nuevo curso

En este día, 13 de septiembre, muchos alumnos de la E.S.O. comienzan sus clases. Un nuevo curso por delante, con nuevos profesores, compañeros y también con todo un itinerario de formación por delante. Pidamos hoy por todos los que comienzan estas clases, por los que están animados, pero también por los más desanimados. Invoquemos al Espíritu Santo, para que ilumine sus mentes y fortalezca sus corazones. Ojalá que siempre se vea el estudio y la formación como necesarios en nuestra vida. Que tantos jóvenes no pasen por alto este tiempo que comienza y  lo aprovechen con la ayuda de Dios y de su Madre María.

¡Benditas horas con María!

Hoy la iglesia celebra una memoria libre: el Dulce Nombre de María. En nuestro blog es costumbre que Jorge Ramírez colabore en las fiestas dedicadas a la Virgen, y por ello, hoy nos cuenta cómo ha vivido la fiesta de la Virgen de San Lorenzo, patrona de Valladolid y a cuya cofradía pertenece. 


Preparamos su cumpleaños y lo celebramos con esplendor. Tras una novena preparatoria los vallisoletanos nos preparamos para celebrar su cumpleaños, la Natividad de María y la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario de San Lorenzo Coronada, patrona y alcaldesa a perpetuidad de la ciudad de Valladolid. 

Y el grupo de voluntarios y algunos cofrades, no le hicimos la tarta, pero como regalo le ofrecimos nuestras horas de sueño y pasamos la noche en vela para hacerle una alfombra. Benditas horas de vela, de vela artística de ofrenda y oración, serrines y marmolinas, trabajo de buenos amigos, pues a través de los años de hacer ese regalo a Nuestra Madre y Señora, somos todos compañeros y amigos. Y tras esa novena preparatoria tras esa noche de trabajo, ofrenda y vela ¡Llega el gran día! María Santísima de San Lorenzo sale a las calles, por su ciudad es felicitada, a la catedral es llevada, momentos todos emocionantes y tras la misa sale otra vez la excelsa Señora, vuelve a las calles, calles abarrotadas de vallisoletanos que esperan felicitarle y jotas de ofrecimiento, de regalo de amor hecho baile popular… 
 
 He aquí el momento esperado, los nervios y sentimientos afloran, por esa alfombra artística pasa un año más Nuestra Patrona y Señora. Entre campanas y vítores a tu casa donde moras, regresas y solo me queda decirte: Señora, gracias por permitirnos regalarte esas horas.

Una nueva jornada

Un día más que el Señor nos concede para alabarle, bendecirle y darle gracias por todos sus beneficios y cuidados. Aprovechemos esta jornada, dejemos que Él nos invada con su presencia y nos llene de su paz y amor, para poder repartirla a los demás. El Señor es misericordia, es bondad, es amor. Repartamos su amor a los que tenemos al lado, y especialmente a los que más lo necesiten.

Estoy a la puerta y llamo... ¿Me abres?

El Señor llama cada día a la puerta de nuestro corazón. Está deseoso de amarnos. ¿Estás dispuesto a abrirle la puerta de tu corazón? Ojalá que así sea.


Buenas consignas

1. ¿Que tus feligreses están “delgados” espiritualmente? La oración les hará fuertes. 
2. ¿Que los bancos están llenos de polvo? Si abriésemos más las iglesias, cogerían más brillo. 
3. ¿Que todo se hace mecánicamente? Hay que explicar, de vez en cuando, el por qué de las cosas y de los signos.
4. ¿Que siempre vienen los mismos? A Jesús, 12 le bastaron. 5. ¿Que tenemos muchas dificultades? En el calvario se levantó la cruz, no un divo.
6. ¿Que la gente no nos comprende? Lo mismo decían del hablar de Jesús.
7. ¿Que parece que somos de otro planeta? El Reino de Dios no es de este mundo.
8. ¿Que hay excesivo trabajo? Dios nos ha llamado a la mies no a la playa.
9. ¿Que fallan las fuerzas? La Palabra de Dios es un buen reconstituyente.
10. ¿Que estamos solos? ¡La Iglesia es grande y universal! 
11. ¿Que parece que nos repetimos? El Evangelio siempre será el mismo.
12. ¿Que creer no está de moda? Pues empecemos a marcar estilo.
13. ¿Que se habla mucho de la iglesia? ¡Algo tendrá el agua cuando la bendicen! 
14. ¿Que esto ya no es lo que era? No hay tiempos mejores ni peores: sólo distintos.
15. ¿Que hay demasiada crítica a lo religioso? Lo que se mueve…llama la atención. 
16. ¿Que se ha perdido el sentido de lo sagrado? Empecemos por nosotros mismos. 
17. ¿Que hay menos sacerdotes? Valoremos y recemos por los que tenemos. 
18. ¿Que no se ven los frutos de lo que hacemos? Nosotros hemos recogido la siembra y el esfuerzo de otros. 
19. ¿Para qué tanta catequesis? La respuesta sería ¿Y para qué otras actividades? ¿Dios siempre el último? 
20. ¿Es necesaria la misa? Tanto como el sol para que madure la fruta.