Jornada de reflexión

Hoy es sábado, un día dedicado, como siempre, a la Virgen María. Pero es también un día de reflexión dentro de la jornada electoral que viviremos mañana. Votar es importante. Ejerzamos nuestro derecho al voto, pero hagámoslo bien. Ningún partido politico es perecto, pero hay partidos que defienden más unos valores que otros, y como cristianos estamos llamados a instaurar el Reino de Cristo en el mundo, y a hacerlo mediante nuestro testimonio, nuestra entrega de la vida y también mediante la elección que mañana hagamos de un partido politico.

Invoquemos al Espíritu Santo para que nuestro voto esté guiado por él y para que lo hagamos lo mejor posible. Pidamos por nuestros gobernantes, para que no se olviden que su elección es para servir a todos los ciudadanos.

Encuentro de catequistas

Hoy, viernes, a las 17,30 horas, tendremos una cita los catequistas de la diócesis de Valladolid en la parroquia de La Inmaculada (Franciscanos), en el Paseo de Zorrilla, número 27.

Como otros años prepararemos el Adviento y la Navidad con Sabo. Nos presentará los materiales de las distintas revistas catequéticas. Esta vez, le dará un sabor distinto.

A las 20,00h podremos celebrar la Eucaristía con la comunidad cristiana.

¿Y te lo vas a perder? No dejes de animar a tus compañeros y amigos y a todos los catequistas que conozcas y creas que les puede hacer bien.

Santa Isabel de Hungría

Hoy se celebra en la iglesia la memoria obligatoria de Santa isabel de Hungría. he aquí algun milagro que se nos relata de su vida. Que contemos hoy con su intercesión ante el Señor.  


El mismo día de la muerte de la santa, a un hermano lego se le destrozó un brazo en un accidente y estaba en cama sufriendo terribles dolores. De pronto vio aparecer a Isabel en su habitación, vestida con trajes hermosísimos. El dijo: "Señora, usted que siempre ha vestido trajes tan pobres, ¿por qué está ahora tan hermosamente vestida?". Y ella sonriente le dijo: "Es que voy para la gloria. Acabo de morir para la tierra. Estire su brazo que ya ha quedado curado". El paciente estiró el brazo que tenía totalmente destrozado, y la curación fue completa e instantánea. Dos días después de su entierro, llegó al sepulcro de la santa un monje cisterciense el cual desde hacía varios años sufría un terrible dolor al corazón y ningún médico había logrado aliviarle de su dolencia. Se arrodilló por un buen rato a rezar junto a la tumba de la santa, y de un momento a otro quedó completamente curado de su dolor y de su enfermedad.