"Me llamarán bienaventurada"


Dentro de pocos dias celebraremos la fiesta de la Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel. María, embarazada, se pone en camino hasta Ain-Karém, pueblo donde vive su prima y allí se queda con ella, sirviéndola y compartiendo, ambas, la alegría de ser madres. Allí, junto a Isabel, María entona el canto del Magnificat, en el que se reconoce bienaventurada y dichosa porque el Señor ha hecho cosas grandes por Ella. Acojamos el ejemplo de María, y dispongámonos para vivir esta fiesta que celebraremos el último dia de este mes dedicado a María. En la espera del Espíritu Santo y teniendo a María como intercesora.... ¿Qué más se puede pedir?. Tan sólo habrá que situarse como siervos dóciles y humildes en manos del que nos ama con locura.

Próximo estreno: "La última cima"

"No temas nada" (Preciosas palabras de Jesucristo a cada uno de nosotros)


Quiero que no seas nada. Porque así Yo seré todo. No te inquietes por lo que puedes o no puedes. Yo soy el que quiere y puede todo. Yo quiero lo que tú no quieres.
Pero puedo lo que tú no puedes. A ti no te toca escoger, sino abandonarte.
Suplo todo lo que te falta. Camino delante de ti.
Ningún camino, ningún estado es vil ni humillante si se trata de seguir la voluntad de Dios.
Déjate conducir. Eso basta. No temas sufrir, tus sufrimientos no igualarán jamás los Míos.
Jamás la cruz será superior a tus fuerzas por que está medida y pesada en la balanza del Amor.
No la creas nunca inútil.
Acepta generosamente todos los sufrimientos que mi voluntad te envía para ofrecerlos a mi Padre Celestial. Soy Yo quien permite el sufrimiento de las almas que AMO.
Es necesario a todas, las purifica.
No puedes medir el valor reparador del sufrimiento. Cuando el peso de la cruz parezca sobrepasar tus fuerzas, pide auxilio a Mi Corazón.
Tengo compasión de tu debilidad; no te faltará la fuerza suficiente.
Te daré valor para todo lo que te pida te asistirá mi gracia.
Venid todos a Mi y no temáis por que Os Amo.

Llamaradas de fuego, que se repartían sobre sus cabezas...



Ojalá que este domingo próximo, fiesta de Pentecostés, podamos también, como los discípulos y María, gozar de la presencia del Espíritu en nosotros, para que sea él quien poco a poco nos vaya modelando según la voluntad de Dios. Que el Santo Espíritu sea verdaderamente nuestro consolador, nuestro defensor, el paráclito, el que nos lo enseñe todo y el que nos ayude a ser cada día mejores, hasta llegar a la santidad.

Esperando, con María, el Espíritu Santo



Pidamos incesantemente en estos días al Señor que nos envíe su Santo Espíritu, para que nos asista en nuestros trabajos y nos guíe siempre por el camino de la voluntad de Dios. Pidamos sus siete dones: el don del entendimiento, fortaleza, sabiduría, ciencia, piedad, temor de Dios y consejo. Pidámoslo a través de María, pues continuamos en el mes de mayo, dedicado a Ella de manera especial. María concibió por obra y gracia del Espíritu Santo, y se dejó modelar por él, hagamos también nosotros lo mismo.


¡Oh, llama de amor viva! ¡Oh, mano blanda!

¡Oh, toque delicado, que a vida eterna sabes! ¡Oh, lámparas de fuego!.

Reza para recibir el Espíritu Santo


Quinario al Espíritu Santo en Valladolid. Estas jornadas que tendrán lugar desde el Lunes 17 al viernes 21 de Mayo sirven como preparación para la solemnidad de Pentecostés. Cada día tiene lugar una adoración eucarística desde las 19:00 horas, el rezo de las oraciones del quinario y la Eucaristía a las 20:00 horas, en la que predican diversos sacerdotes de la diócesis. Este año el lema del quinario es “Ven, Espíritu divino; manda tu luz desde el cielo”.

Tendrán lugar en el Centro Diocesano de Espiritualidad (Santuario, 26, Valladolid) en la Capilla de la Congregación. Anímate a asistir, para que el Espíritu Santo nos llene y nos lleve al conocimiento pleno del Señor.

En la espera del Espíritu Santo


Celebramos hoy el día de la Ascensión del Señor. "Me voy, pero no os dejaré solos, os enviaré mi Espíritu Santo, y él os lo enseñará todo". El Señor asciende al cielo entre aclamaciones, pero nos envía el Paráclito, su Espíritu Defensor. Invoquémosle de manera especial en estos días previos, para que verdaderamente él venga a nuestro corazón y nos haga comprender todo. "Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo, Padre amoroso del pobre, don en tus dones espléndido".

Ave María!


Estos días pasados, del 13 al 16 de mayo, la Virgen me ha regalado la inmensa gracia de haber estado en el Santuario de Fátima. El día de su fiesta, aniversario de su aparición en Cova de Iría, y además, en la visita del Papa Benedicto a este lugar. Han sido días singulares, y de mucha gracia, sin duda, en los que María, como intercesora ante el Señor, repartirá bendiciones y frutos abundantes. Pongamos en manos de María lo vivido, y de manera especial recemos por los frutos vocacionales del viaje del Papa a esta nación.¡¡ Nuestra Señora de Fátima, Virgen del Rosario, permítenos honrarte en este mes de mayo con lo mejor de nosotros!!