Santa Clara de Asís

 
Que Santa Clara de Asís interceda por todos nosotros en el día de su fiesta. Felicidades a todas las Clarisas y a las que llevan el nombre de Clara. Ella sostiene entre sus manos una custodia, y nos muestra al Señor, realmente vivo y presente en todos los sagrarios del mundo. Que Ella interceda por nosotros. 

San Lorenzo, mártir





 

Que la fiesta de San Lorenzo mártir nos estimule a entregar la vida por Jesucristo y a no tener miedo de testimoniar nuestra fe en aquellos ambientes donde estemos. Feliz día de San Lorenzo, y que él interceda por todos nosotros. Felicidades a los que lleváis su nombre y a las Parroquias que lo tienen como titular. 

¿Te animas?


RADIO MARIA sigue necesitando voluntarios para seguir adelante con sus emisiones. ¿Te animas? Te esperamos, llama al 902 500 518 y te pondrán en contacto con el responsable de la zona en la que vives. 

El Espíritu Santo

Muchas veces el Espíritu Santo es el gran olvidado en nuestra vida espiritual. Ojalá que siempre pidamos su intercesión y que nunca nos deje de su mano. Que nos reparta sus siete dones y nos indique siempre el camino que lleva a la santidad. Digamos varias veces al día esta sencilla oración: 
 
"Ven, Espíritu Santo, ven, y lléname, Señor, con tu preciosa unicón. Purifícame y lávame, renuévame, restáurame Señor, con tu poder. Purifícame y lávame, renuévame, restáurame, Señor, te quiero conocer".

Transfiguración del Señor

 

Feliz día de la Transfiguración del Señor, que nos dejemos iluminar por Jesús, que quiere mostrarse grande ante nosotros. 

"Yo soy el Pan de Vida"

Celebramos hoy el domingo XVIII del tiempo ordinario, y en las lecturas de este día el Señor nos invita a caer en la cuenta de la importancia de su Eucaristía. Él es el Pan de la Vida, y quien lo coma nunca más tendrá hambre. Ojalá tengamos sed de Dios, de su Eucaristía, de su presencia dentro de nosotros. Feliz domingo para todos. 

 

En aquel tiempo, cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús. Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello». Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?». Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien Él ha enviado». Ellos entonces le dijeron: «¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: ‘Pan del cielo les dio a comer’». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo». Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan». Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed».