San José, día del Seminario.


La iglesia celebra hoy la solemnidad de San José, padre adoptivo de Jesús y patrón de la iglesia universal, aunque de una manera especial es patrón de los seminarios. Por eso, en este día se celebra en la iglesia el día del Seminario, este año bajo el lema: "El sacerdote, don de Dios para el mundo".


Recemos en este día por todos los seminaristas, por aquellos que no saben qué hacer con sus vidas, por los sacerdotes, por aquellos que están planteándose una posible vocación sacerdotal o religiosa. Que San José, quien llevó de la mano a Jesús, le enseñó a trabajar en el taller de Nazaret, y quien le acompañó durante toda su infancia, nos lleve también a nosotros de su mano, e interceda por nosotros.


"Porque fue varón justo le amó el Señor, y dio el ciento por uno su labor". San José, intercede por nosotros, intercede por aquellos que acuden a ti, ruega a Dios por nosotros.

Quédate, Señor, conmigo

Un buen amigo y colaborador de este blog, me ha enviado esta bonita oración. En un día como hoy, viernes de cuaresma, en el que estamos invitados a contemplar la cruz del Señor, digámosle que se quede con nosotros, porque atardece, y queremos que se hospede en nuestra casa, y que transforme nuestro corazón.


Gracias, David, por tan bonita oración, y ojalá que en este día la recitemos varias veces, desde lo más profundo de nuestro corazón.

Señor, quédate conmigo durante este día y guía mis pensamientos y deseos, mis acciones y mis proyectos. Guía mis pasos para que caminos ligeros al encuentro de los cansados y desanimados.
Guía mis manos para que acompañen a aquellos que se perdieron en el camino.
Abre mis brazos para que pueda abrazar a los que se sienten solos y sin esperanza.

Ilumina mis ojos y vuelve atentos mis oídos al clamor de mis hermanos.
Ofréceme un corazón tierno, capaz de amar sin distinción.
Padre nuestro, deposito en tu protección mi descanso y el de todos mis amigos y seres queridos.
Coloco en tus manos nuestra tierra, nuestras ciudades, nuestro mundo tan azotado por la violencia, por las catástrofes, por las guerras y por las injusticias.

Ilumina Señor, la mente y el corazón de los poderosos de la tierra.
Que siempre pueda, por tu gracia, abrir las manos para compartir lo que soy y lo que tengo.
Y con tu ayuda pueda ver aparecer la aurora de un mundo nuevo.
Gracias Señor. Amén.

Sí a la vida

Hoy, de nuevo en este blog, apostamos por la vida, cercano el día 25 de marzo, día de la Encarnación de nuestro Dios. Ojalá que siempre, siempre, siempre apostemos por la vida, por el no al aborto, por todo aquello que ayude a la construcción de esta sociedad nuestra. Feliz día, de la mano de la Virgen.


La Vida


El próximo día 25 de marzo, coincidiendo con la fiesta de la Anunciación del Señor, se celebrará la Vigilia de Oración por la vida en la Catedral de Valladolid. Será a las 20 horas.
Hemos de comprometernos en nuestra defensa de la vida, para que jamás nadie tenga autoridad sobre la vida de otros, excepto Dios.
Seamos defensores de vida en nuestro trabajo, ambientes, amigos, familia... Hagámoslo de la mano de María, la Madre de Dios.

Luisa de Marillac


Hoy es día 15 de marzo, y en medio de la Cuaresma, la iglesia se alegra por la memoria de Santa Luisa de Marillac, fundadora, junto con Vivente de Paúl, de las Hijas de la Caridad.
Desde aquí felicitamos hoy a toda la familia vicenciana, alimentados del carisma de ambos santos.
He aquí algunas frases que Vicente de Paúl decía de ella:

"No he conocido a nadie que haya demostrado una mayor prudencia que ella. La poseía en grado sumo, y yo desearía de todo corazón que la Congregación descollase en esa virtud.
Tengo la seguridad de que amaba enormemente la pobreza. Vosotras mismas visteis cuán pobremente vestía.

Poseía en tal grado esa virtud que una y otra vez me pidió le permitiera vivir en absoluta pobreza. Y en cuanto a la Congregación, siempre deseó que poseyera este espíritu por tratarse de una virtud que en tal alto grado ejercitó Nuestro Señor en la tierra y en la que quiso que destacasen sus apóstoles".

Tengo sed de ti

En este día te invito a ponerte delante del Señor, en el sagrario, en medio de tus actividades y mil trabajos que nos depara la vida. Párate un momento, dedica 5 minutos al Señor, ponte a la escucha de lo que Él quiera decirte.
El Señor está a la puerta de nuestro corazón, tan sólo espera que le dejemos entrar, que le invitemos a pasar a nuestra casa y llenarnos de lo mejor de sus gracias.
Ponte a la escucha y siente cómo el Señor te dice:
TENGO SED DE TI. Sí, esa es la única manera en que apenas puedo empezar a describir mi amor.
TENGO SED DE TI. Tengo sed de amarte y de que tú me ames. Tan precioso eres para mí que tengo sed de ti. Ven a Mí y llenaré tu corazón y sanaré tus heridas. Te haré una nueva creación y te daré la paz aún en tus pruebas.
TENGO SED DE TI. Nunca debes dudar de mi Misericordia, de mi deseo de perdonarte, de mi anhelo por bendecirte y vivir Mi vida en ti, y de que te acepto sin importar lo que hayas hecho.
TENGO SED DE TI. Si te sientes de poco valor a los ojos del mundo, no importa. No hay nadie que me interese más en todo el mundo que tú.
TENGO SED DE TI. Ábrete a Mí, ven a Mí, ten sed de Mí, dame tu vida, y te mostraré qué tan valioso eres para Mi Corazón.

Dejemos entrar al Señor dentro de nosotros mismos, para que haga verdaderos milagros.





Hoy es el primer domingo de Cuaresma, y la liturgia, dentro del ciclo A de las lecturas que en este año toca, Jesús es llevado al desierto por el diablo, para ser tentado por él. Se nos muestra cómo Jesús es plenamente humano, y también es tentado, pero como Dios, vence al diablo y sale airoso de la situación. ¡Cuánto nos enseña Jesús hoy! Él es modelo para nuestras tentaciones, y nos invita a vencer al tentador desde la Palabra de Dios.


Que este evangelio nos ayude en este día, y nos anime a seguir en nuestro itinerario de conversión.


En aquel tiempo, Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo hambre. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: “Si tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes”. Jesús le respondió:

“Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo:

“Si eres el Hijo de Dios, échate para abajo, porque está escrito: Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra alguna”. Jesús le contestó: “También está escrito:

No tentarás al Señor, tu Dios”.

Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y desde ahí le hizo ver la grandeza de todos los reinos del mundo y le dijo:

“Te daré todo esto, si te postras y me adoras”. Pero Jesús le replicó: “Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo servirás”.

Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles para servirle.