"Me llamarán bienaventurada"


Dentro de pocos dias celebraremos la fiesta de la Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel. María, embarazada, se pone en camino hasta Ain-Karém, pueblo donde vive su prima y allí se queda con ella, sirviéndola y compartiendo, ambas, la alegría de ser madres. Allí, junto a Isabel, María entona el canto del Magnificat, en el que se reconoce bienaventurada y dichosa porque el Señor ha hecho cosas grandes por Ella. Acojamos el ejemplo de María, y dispongámonos para vivir esta fiesta que celebraremos el último dia de este mes dedicado a María. En la espera del Espíritu Santo y teniendo a María como intercesora.... ¿Qué más se puede pedir?. Tan sólo habrá que situarse como siervos dóciles y humildes en manos del que nos ama con locura.

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