Hacia la fiesta del Corazón de Cristo

Está cercana la solmenidad del Sagrado Corazón de Jesús, una fiesta a la que dedicamos todo el mes de junio, y que además tiene mucha raigambre en nuestros pueblos y ciudades. Ojalá que no dejemos nunca de contemplar el corazón herido de Jesús, un corazón herido por amor. 
 
¡Cuánto amor derrochado por parte de Jesús en la cruz! De su costado brotó sangre y agua, señal de su amor por cada uno de nosotros. Para él somo exclusivos, irreprochables, únicos. ¿Quién nos ama con este amor eterno de Jesús? Solo Él. Démosle gracias, y correspondamos con nuestras obras a su infinito amor.

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