De la Madre Teresa de Calcuta sobre la oración


Tú puedes rezar mientras trabajas, sólo se necesita un pequeña elevación de tu corazón hacia Él: Yo te amo Dios, yo me fío de ti, yo creo en ti, te necesito ahora.


Sólo con oración y penitencia, se puede regalar al mundo paz, amor y compasión.
Dios nos habla en el silencio de nuestros corazones y nosotros le contestamos de la abundancia de nuestros corazones. Las dos cosas juntas, esto es oración.
Tenemos que rezar para que podamos creer.
Orad con gusto; la oración abre el corazón hasta que es capaz de recibir a Dios que se regala a vosotros.


Si hay una temporada, en la que no podemos rezar... es muy sencillo: Si Jesús está en mi corazón, le dejo rezar a él, le permito que rece en mí a su Padre en el silencio de mi corazón.

Oración es alegría, oración es el rayo de sol del amor de Dios, oración es como una llama ardiente del amor de Dios, para ti y para mí, oración es esperanza de la gloria de la vida eterna.
La oración nos da un corazón limpio y un corazón limpio puede ver a Dios.
Si queremos orar verdaderamente, tenemos que aprender primero a escuchar a Dios, pues Él nos habla.


Mi secreto es muy sencillo: Yo rezo y a través de mi oración me uno con el amor a Dios.
La misa es alimento espiritual, que me sostiene la vida.

No hay comentarios: