Hoy comparto con vosotros el Evangelio de este domingo, marcado por una pregunta: Cuando vuelva el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en nuestra tierra?. Es algo que debemos pensar y meditar en este día.
¿Realmente creemos en Jesucristo?. A veces nos acostumbramos a la fe, y nos instalamos, creyendo que ya lo tenemos todo hecho.
Pidamos hoy a Jesús que aumente nuestra fe, nuestra esperanza y nuetro amor. Que jamás nos acostumbremos, sino que su Palabra resuene siempre de forma nueva en nosotros.
¿Realmente creemos en Jesucristo?. A veces nos acostumbramos a la fe, y nos instalamos, creyendo que ya lo tenemos todo hecho.
Pidamos hoy a Jesús que aumente nuestra fe, nuestra esperanza y nuetro amor. Que jamás nos acostumbremos, sino que su Palabra resuene siempre de forma nueva en nosotros.
Después Jesús les enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: "En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: 'Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario'. Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: 'Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'". Y el Señor dijo: "Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?" (Lc 18,1-8).
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