Dios uno y trino



Celebramos hoy el domingo de la Santísima Trinidad, una fiesta propiamente cristiana, pues nuestro Dios no es un Dios solitario, sino un Dios comunión: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esto tiene muchas consecuencias para nuestra vida, y hemos de profundizar cada vez más en este gran misterio de nuestra fe.


Tres divinas personas que se aman desde toda la eternidad. El Padre, que engendra al Hijo, y el Espíritu Santo que procede del Padre y del Hijo. Una sola naturaleza divina y tres divinas personas, que no son tres dioses sino un solo Dios. Iguales en todo, en la divinidad, en la gloria, en la majestad.


Como es el Padre así es el Hijo y así el Espíritu Santo: increado, inmenso, eterno, omnipotente. En la Santísima Trinidad nada es anterior o posterior, nada mayor o menor, sino que las tres personas son coeternas entre sí e iguales.

Ante este profundo misterio de amor que eres Tú, mi Dios Uno y Trino, sólo me queda postrarme por tierra, en actitud de honda adoración.

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