Es el último día del mes de agosto, y todo ello nos señala que el verano va terminándose y pronto comenzará el curso lectivo. Hagamos revisión de nuestras vacaciones, sobre todo pensemos en el tiempo que hemos dedicado al Señor en estos días. ¿Ha formado parte de nuestro descanso? ¿Hemos orado cada día aunque haya sido unos instantes? ¿Hemos encomendado nuestros viajes y días de descanso para que Jesús nos bendijera?
La vida de un cristiano nunca puede transcurrir al margen de Dios, más bien al contrario, si con Dios entendemos las cosas a veces bien poco... sin Dios no entendemos nada. Que María nos acompañe en este día y nos proteja como buena Madre.
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