Nunca me olvido de ti

 La palabra de Dios para un creyente debe ser lo primero. Dios nos habla a través de su palabra, y a menudo no prestamos atención a lo que Él quiere decirnos. Hoy os propongo contemplar el evangelio del día, aunque a veces nos cueste entenderlo, o nos resulte extraña o interpelante, la palabra de Dios debe ser estimulo y aliciente para todos nosotros. Que el Señor nos ayude cada día con su palabra.

En aquel tiempo, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, Jesús se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados. Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése. ¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos».

No hay comentarios: