El camino de la infancia espiritual

Hoy celebramos a Santa Teresa de Lisieux, también conocida como Teresita del niño Jesús. Una santa que murió muy joven, con tan solo 24 años de edad, pero que supo llegar hasta la profundidad de la vida cristiana. Ella descubrió que en el corazón de la Iglesia no se la pedía otra cosa que ser el amor, es decir, signo del amor de Dios para todos los que encontraba en el camino. Su camino de infancia espiritual nos anima a ser como niños ante nuestro Dios, que lo esperan todo de su misericordia, y que no pretenden otra cosa que agradarle en todo. 



"Lo que agrada a Dios de mi pequeña alma es que ame mi pequeñez y mi pobreza", la gustaba decir, y es que reconociéndonos débiles e indefensos ante Dios es como Él puede actuar en nosotros y llevarnos a la perfección. 


Supliquemos la intercesión de Teresita, y demos gracias a Dios por su vida. Ella es patrona de las misiones, sin salir de un convento, pero es que allí estaba su misión, su única misión, su auténtica misión: ser el Amor. 

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