Muchas veces, cuando se nos presentan dificultades y problemas en nuestra vida, solemos llamar a la vida "problema". Sin embargo, desde la perspectiva cristiana, es mejor definir a la vida como un misterio y una aventura, porque realmente es así como el Señor nos la regala para ser vivida. Desde este prisma, cualquier ocasión es válida para ofrecer al Señor y para vivirla de la mejor manera, confiando siempre en que Dios quiere lo mejor para cada uno de nosotros.
¿Por qué no vivir la vida como un misterio de amor? ¿Por qué no desear ardientemente vivir este tramo del camino terreno con Dios como compañero? Que Él nos ayude en cada tramo de la senda, y que nosotros, como buenos caminantes, acojamos lo que Él quiera regalarnos cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario