"Virgen de la Almudena, ruega por nosotros"


Jorge Ramírez, colaborador habitual de este blog, especialmente cuando hay fiestas de la Virgen María, nos trae hoy una bonita reflexión en torno a la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid.
“Salve, Señora de tez morena
Virgen y Madre del Redentor,
Santa María de la Almudena,
Reina del Cielo, Madre de amor.
Santa María de la Almudena,
Reina del Cielo, Madre de amor”

Así comienza el Himno a Nuestra Señora de la Almudena, Patrona de la Capital de España y que hoy día 9 de noviembre celebramos. La Virgen de la Almudena tiene una bonita leyenda, en la que se dice que para preservarla de los árabes fue emparedada en las murallas, y que la imagen en el siglo XI después de días de plegarias y de una procesión que pasó por delante del trozo de muralla donde estaba escondida, la misma se desprendió apareciendo la Virgen de la Almudena con las velas con las que había sido emparedada, aún encendidas.
Aunque, como apuntaba, es una leyenda, no obstante tendrá parte de razón. La imagen que representa hoy día el patronazgo de Madrid, es una imagen aproximadamente de los SS. XV-XVI y ha sido venerada en diferentes templos, hasta encontrarse en la Catedral Madrileña ,que tiene su mismo nombre.

Pero quiero que conozcáis su himno completo:

Tú que estuviste oculta en los muros de este querido y viejo Madrid,
hoy resplandeces ante tu pueblo, que te venera y espera en ti.
Bajo tu manto, Virgen sencilla, busca en tus hijos la protección.
Tú eres patrona de nuestra Villa, Madre amorosa, Templo de Dios.
Virgen Santa, Madre Nuestra, te invocamos como Virgen y Madre del Redentor y como Templo de Dios. Te proclamamos Reina del cielo y Madre de amor. Te queremos como Madre amorosa nuestra que eres, en quien buscamos la protección, Tú pueblo espera en ti venerándote mientras tu Reina y Señora buscas en tus hijos la protección".

Pues hagamos eso realmente. Invocar a Nuestra Señora, que no solo es Virgen y Madre del Redentor, sino de todos los hombres. Es templo y sagrario de la Santísima Trinidad, y no solo tenemos que proclamarla Reina del cielo y Madre de amor, es nuestra Madre amorosa, que nunca se cansa de esperar, proclamémosla Reina de nuestras vidas, acojámonos a Ella siempre en nuestras necesidades, nuestras penas y alegrías, a nuestros seres queridos, al mundo entero y busquemos siempre en Ella su protección. Esperemos siempre en Santa María de la Almudena, cobijémonos bajo su manto que nos apara y nos da protección.

No hay comentarios: