He aquí un testimonio que un amigo mío escribe en su diario. Puede ayudarnos a ver que todo está hecho por Dios y que nos lleva a Él, tan solo hace falta descubrirlo.
En una de nuestras salidas en bicicleta por la montaña, pasamos por una zona elevada, con espectaculares acantilados, y rica en restos fósiles de lo que antaño fue fondo marino.
Solo había que prestar atención al suelo (sin tener que escarbar la tierra) para encontrar innumerables restos fósiles de un tipo de caracolas y gusanos de mar.
Aquello motivó una de las ya clásicas “discusiones” sobre la evolución y la ya “manida” comparación entre ciencia y religión.
A mí no me incomodan estas conversaciones. De hecho…hasta suelo provocarlas para compartir con los amigos aquello en lo que creo y en Quién creo.
Sin embargo, al margen de todo eso, tanto si nuestros orígenes están en una u otra teoría, lo cierto es que estoy aquí y que mi vida y mi persona tienen un sentido.
Simplificando mucho la cosa, sin fe…o mejor dicho, sin Dios… ¿Qué somos?
La aparición de restos fósiles marinos en lo alto de una montaña no contradice mi fe. Es más…yo diría que la fortalece. Porque hasta allí, hace miles o millones de años, llegó ese milagro de Dios al que llamamos…VIDA.
Se que soy demasiado simplista con lo que te acabo de escribir, querido diario. Pero a mí me satisface enormemente ver estas cosas cuando comparto un día de fiesta con mis amigos de la bicicleta.
Doy gracias a mi Dios por dejarme ver los restos de algo creado hace tantísimo tiempo. Por ver un testimonio de la grandeza de su creación.
Solo había que prestar atención al suelo (sin tener que escarbar la tierra) para encontrar innumerables restos fósiles de un tipo de caracolas y gusanos de mar.
Aquello motivó una de las ya clásicas “discusiones” sobre la evolución y la ya “manida” comparación entre ciencia y religión.
A mí no me incomodan estas conversaciones. De hecho…hasta suelo provocarlas para compartir con los amigos aquello en lo que creo y en Quién creo.
Sin embargo, al margen de todo eso, tanto si nuestros orígenes están en una u otra teoría, lo cierto es que estoy aquí y que mi vida y mi persona tienen un sentido.
Simplificando mucho la cosa, sin fe…o mejor dicho, sin Dios… ¿Qué somos?
La aparición de restos fósiles marinos en lo alto de una montaña no contradice mi fe. Es más…yo diría que la fortalece. Porque hasta allí, hace miles o millones de años, llegó ese milagro de Dios al que llamamos…VIDA.
Se que soy demasiado simplista con lo que te acabo de escribir, querido diario. Pero a mí me satisface enormemente ver estas cosas cuando comparto un día de fiesta con mis amigos de la bicicleta.
Doy gracias a mi Dios por dejarme ver los restos de algo creado hace tantísimo tiempo. Por ver un testimonio de la grandeza de su creación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario