Este blog cumple hoy, 24 de enero, 1 año de su existencia

Hoy es un día de fiesta para todos nosotros. Hoy, día de San Francisco de Sales, se cumple un año de este blog. Algo que comenzó siendo sencillo, como un deseo de hacer presente a Dios en medio de internet, hoy cumple un año. Damos gracias a Dios por ello, y esperamos que pueda seguir realizándose por mucho tiempo más, el tiempo que Él quiera.

Por ello, hoy publico la primera entrada que dió origen a este blog. El título "Venid almas, amad al Amor", está tomado de una santa, Magdalena de Pazzi, ante la que tuve la gracia de rezar en Florencia, el pasado año, ante su cuerpo incorrupto. Este blog pretende ser un grito, en medio de internet, a amar al Amor, que no es amado.

Felicidades a todos los que hacéis posible que este blog siga adelante. Feliz día de SAn Francisco de Sales. Que el Señor os bendiga y gracias por vuestra fidelidad. Reproduzco la primera entrada que publiqué.

Hace unos días leía un libro sobre Santa Magdalena de Pazzi, una carmelita italiana que tuvo una relación muy especial con Jesucristo. De ella es la frase que da título a mi blog: "Venid, almas, amad al Amor". Sentía muy dentro de su corazón el deseo de que Jesús fuera amado en todo lugar y por toda persona. Nos recuerda mucho a Santa Margarita María de Alacoque y las revelaciones que el Señor quiso hacerla: "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres y en compensación no es amado". Santa Magdalena gritaba a los cuatro vientos, incluso llegaron a llamarla loca por esto, que es necesario amar al Amor, amar sin medida al Señor de nuestras vidas. En uno de los diálogos con Jesús antes de hacer la primera comunión le decía al Señor: "Tú te me das todo entero a mí, ¿qué puedo darte yo?. Tómame por entero, pues es la única forma de corresponder a tu amor".

Os invito a meditar en estas palabras y en el ardor de esta santa. Tuve la suerte de visitar su tumba hace poco, y ver su cuerpo incorrupto que se conserva en Florencia. Ojalá en nuestra vida nos esforcemos por hacer que todas y cada una de las personas que se encuentran con nosotros tengan ese deseo de amar por encima de todo a Jesús. Por supuesto que hay una cosa clara: empecemos por nosotros mismos, y arrastremos así a otros muchos.