En este día, en que celebramos a los santos Timoteo y Tito, compañeros de San Pablo, cuya conversión celebramos ayer, pongamos nuestros ojos en la Palabra de Dios. San Pablo, en su segunda carta a Timoteo le anima a "reavivar el don de Dios recibido con la imposición de las manos". Reavivemos en nosotros nuestro Bautismo, el día más importante de nuestra vida, día en el que nos incorporamos a la Iglesia y nacimos para la vida divina.
Hoy te animo a recordar tu Bautismo. Seguro que no es posible, pues muchos nos bautizamos de pequeños, sin uso de razón, pero pensemos en lo que supone, y en nuestro camino de vida espiritual hasta hoy. Veamos la mano providente de Dios a lo largo de toda nuestra vida, y agradezcamos el don de la vida.
Feliz día de los santos Timoteo y Tito.
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