San Efrén, diácono

Celebramos hoy a San Efrén, doctor de la Iglesia y diácono de Siria. Es un personaje poco conocido, pero del que podemos aprender mucho. Encomendémonos a él en este día, y pidamos al Señor que seamos verdaderos diáconos, es decir, servidores de su Evangelio. He aquí algunas de sus últimas palabras, que nos muestran cómo era este santo:


"No me embalsaméis con aromáticas especies, porque no son honras para mí. Tampoco uséis incienso ni perfumes; el honor no me corresponde a mí. Quemad el incienso ante el altar santo: A mí, dadme sólo el murmullo de las preces. Dad vuestro incienso a Dios, y a mí cantadme himnos. En vez de perfumes y de especias, dadme un recuerdo en vuestras oraciones . . . Mi fin ha sido decretado y no puedo quedarme. Dadme provisiones para mi larga jornada: vuestras plegarias, vuestros salmos y sacrificios. Contad hasta completar los treinta días y entonces, hermanos haced recuerdo de mí, ya que, en verdad, no hay más auxilio para el muerto sino el de los sacrificios que le ofrecen los vivos".

No hay comentarios: