La semilla es la Palabra de Dios, seamos tierra buena

Es domingo, y en este blog acostumbramos a rezar casi todos los domingos con el Evangelio de la liturgia. Sin embargo, hoy os propongo para la reflexión y la oración el salmo responsorial, que nos anima a pensar en la semilla, que es la palabra de Dios, y el fruto que puede o no producir en nosotros.

Abrámonos a la semilla, que cale en nuestro corazón. Así como la lluvia cae, empapa la tierra y la hace fecundar, así debe ser en nosotros con la palabra de Dios, que siempre es viva y eficaz, pero hemos de acogerla para que dé su fruto.


LA SEMILLA CAYÓ EN TIERRA BUENA Y DIO FRUTO.

Tú cuidas de la tierra, la riegas
y la enriqueces sin medida;
la acequia de Dios va llena de agua,
preparas los trigales.

Riegas los surcos, igualas los terrenos,
tu llovizna los deja mullidos,
bendices sus brotes.

Coronas el año con tus bienes, tus carriles rezuman abundancia;
rezuman los pastos del páramo, y las colinas se orlan de alegría.

Las praderas se cubren de rebaños,
y los valles se visten de mieses,
que aclaman y cantan.

No hay comentarios: