Un verano solidario


El mes de julio va llegando a su fin. Aún quedan algunos días que hemos de aprovechar. Para muchos serán los últimos días de vacaciones; otros, sin embargo, las comenzarán para el mes próximo. Ante todo, el verano ha de ser un tiempo propicio para el servicio a los demás, la entrega desinteresada y el contacto con Dios. Son muchos los que aprovechan estos días veraniegos para hacer labores solidarias, atender a chicos en campamentos, servir a los ancianos en campos de trabajo...¡Qué bonitas y necesarias, a la vez que gratificantes, son estas experiencias! Pidamos a María que haya muchos jóvenes entregados, solidarios, activos, implicados en la causa de Jesús. La solicitud de Jesús por los enfermos y neesitados era muy grande. Ojalá tengamos también nosotros esta misma actitud.

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