El puré de patatas

Un campesino fue a recoger en el tiempo señalado, las patatas que había sembrado. Al sacarlas de tierra, éstas se quejaban diciendo:
¿Pero esto qué es? Queremos seguir aquí dentro, calentitas... Nos haces daño...

El campesino como no las podía oír, continuó con su trabajo. Una vez que las patatas se vieron fuera de tierra, se sintieron dichosas, ya que podían ver el sol, las flores, sentir el aire fresco... Estaban contentísimas, pero de pronto, el campesino las echó en un saco, las llevó a casa y con un cuchillo empezó a quitar los nudos y a pelarlas. Las patatas, nada más ver el cuchillo, se asustaron y se quejaban de nuevo diciendo: Socorroooo, …; déjame mi vestido, es mío, es mío…

Terminado el proceso de la peladura y lavado de patatas, éstas se veían unas a otras y decían: Chica, ¡estás guapísima!, ¡qué piel tan suave! ¿sabes? , ¡ha merecido la pena!

Entonces, empezaron a mirar a su “amo” con mucho cariño, habían sido tan desagradecidas… que ahora querían agradecerle todo lo que había hecho por ellas… No sabían cómo, pero cada vez lo querían más, y más… tanto, que incluso una llegó a pensar: “Yo creo que lo mejor que podemos hacer es servirle de alimento, ¿pero cómo?” Entonces empezaron a discutir:

- Patatas fritas.
- No, que el aceite quema.
- Pues… patatas guisadas.
- No, que con el vapor me da la tos.
- ¡Ya lo tengo!: Patatas aliñadas.
- No, la cebolla nos hará llorar…
- Pues entonces… ¿cómo’

Después de pensar en silencio durante un rato, por fin una dijo: Yo tengo una idea. Tiene una desventaja, pero la ventajas son muchas. Yo creo que merecerá la pena.
- Pues vamos, dila.
- Puré de patatas.
- ¿Y cuál es la desventaja?
- Nos tendrán que triturar y eso duele un poquito.
- ¿Y las ventajas?
- Primero: el puré de patatas es muy suave, y el amo lo podrá digerir sin tener que hacer ni siquiera esfuerzos por triturar la comida… Creo que como regalo para él, es lo mejor.
Pero además, es beneficio para nosotras… nos haremos una sola cosa… y así no nos separaremos jamás… ¿no es maravilloso?

Todas se pusieron muy contentas… y mientras el campesino dormía… fueron a buscar una receta de cocina y la pusieron en el peyote, para cuando se levantase… Ésta decía: CÓMO HACER UN MARAVILLOSO PURÉ DE PATATAS.

Decía Julio Chevalier, fundador de los misioneros del Sagrado Corazón: “El Corazón humano es el medio más potente para obrar el bien. Para ser capacitados de practicar la caridad no hay necesidad de ser ricos. Basta tener un corazón que es capaz de amar, de simpatizar, y de compadecerse… Dios nos ha dado un corazón bueno, amable y sensible”.

El que ama, como nos han enseñado nuestras amigas “las patatas”… se inventa mil maneras para demostrar ese amor… y para ello, no hace falta tener dinero, o poseer muchas cualidades o medios… sólo hace falta DARSE… como nos enseñó Dios, en su Hijo Jesucristo… Ese Corazón que tanto ha amado a los hombres que por ellos se ha encarnado, se ha hecho niño en Belén, se ha hecho uno de tantos con nosotros, para amar, sentir, obrar con corazón de hombre… tanto nos ha amado que ha querido hacerse “alimento” nuestro… En la Eucaristía… de un modo especial… descubrirás ese Corazón que tanto te ha amado, aun si tú saberlo… y allí, te irás transformando en Él… porque somos aquello de lo que nos alimentamos… y porque serás uno con él… y entonces… ya jamás podrás separarte de Él… y entonces… tu corazón…será como el suyo: manso, humilde, bueno, compasivo, misericordioso, pacífico, alegre… FELIZ y DADOR DE VIDA.

Acabamos de celebrar la Navidad: Dios que se nos da. Y la fiesta de los Reyes Magos: los magos que ofrecen al Niño sus dones: oro, incienso y mirra. ¿Qué tal si “nos damos” nosotros como regalo a nuestro Dios y a nuestros hermanos? ¡Este es el regalo que más gusta y no sólo a Dios, también al que tienes a tu lado!: tu tiempo, tu sonrisa, tu trabajo, tu cariño, tu apoyo, tu ayuda en los momentos difíciles, tu comprensión… REGALOS QUE NO SE COMPRAN NI SE VENDEN, NI SE CONSIGUEN A BASE DE PUÑOS… REGALOS QUE “HAS DE DAR GRATIS, PORQUE TE FUERON DADOS GRATIS”.





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