Hoy es domingo, por ello, a continuación os propongo el evangelio de este dÃa, para que podamos meditarlo, orarlo y reflexionarlo ante el Señor. ¿De qué parálisis nos tiene que curar el Señor? Dejemos que Él sea quien nos cure, nos sane y nos fortalezca, para ser cristianos en medio del mundo, que no tengan miedo de salir a la calle y proclamar las maravillas del Señor.
Cuando Jesús volvió a Cafarnaún, corrió la voz de que estaba en casa, y muy pronto se aglomeró tanta gente, que ya no habÃa sitio frente a la puerta. Mientras él enseñaba su doctrina, le quisieron presentar a un paralÃtico, que iban cargando entre cuatro. Pero como no podÃan acercarse a Jesús por la cantidad de gente, quitaron parte del techo, encima donde estaba Jesús, y por el agujero bajaron al enfermo en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralÃtico: "Hijo, tus pecados te quedan perdonados". Algunos escribas que estaban allà sentados comenzaron a pensar: "¿Por qué habla ése asÃ?. Eso es una blasfemia. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?". Conociendo Jesús lo que estaban pensando les dijo: "¿Por qué piensan asÃ? ¿Qué es más fácil decirle al paralÃtico: "Tus pecados te son perdonados" o decirle: "Levantate, recoge tu camilla y vete a tu casa?" Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados -le dijo al pralÃtico- Yo te lo mando: Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa". El hombre se levantó inmediatamente, recogió su camilla y salió de allà a la vista de todos, que se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: "¡Nunca habÃamos visto cosa igual!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario