Es viernes santo. Jesús se entrega en la cruz por amor a nosotros. "Nos amó hasta el extremo". Y lo hizo actuando como una oveja que, ante el esquilador, enmudece y no abre la boca. No parecía humano, despreciado y desestimado, varón de dolores, ante quien se oculta el rostro.
¿Nos damos cuenta de hasta dónde llegó la entrega de Jesús en la cruz? Hoy es un día para mirar al crucificado, para acompañarle en su pasión, para decir: GRACIAS.
Que así sea en todos nosotros. Que podamos vivir en el agradecimiento sincero al Señor, que ha entregado la vida por cada uno de nosotros.
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