Hoy se cumplen dos años de su fallecimiento, pero Pablo sigue perviviendo entre nosotros. Su ejemplo de vida, sus actuaciones, sus risas y el sentido del humor que le caracterizaba sigue siendo recordado por muchísimas personas.
Agradezcamos hoy al Señor la vida de Pablo, y tomemos ejemplo de su vida. Pidamos también al Señor que ponga en nuestras vidas a sacerdotes santos, sacerdotes que nos lleven, con su vida, al Señor.
"Gracias, Pablo, por haber puesto en nuestras vidas al Señor. Gracias, Señor, por haber puesto en nuestras vidas a Pablo".
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