Hoy celebramos en toda la iglesia a Santa Perpetua y Santa Felicidad, dos mártires. En el año 202, durante la persecución del emperador Septimio Severo, una joven mujer rica de 22 años, llamada Perpetua, fue arrestada y acusada de cristianismo, junto con su esclava Felicidad, y otros 3. Ante su negativa de adorar a los dioses paganos, fueron condenadas al circo.
Perpetua era parte de una rica e influyente familia cartaginesa que se había iniciado en la religión cristiana por medio de un diácono, llamado Sáturo. Con ella se convirtieron también sus esclavos: Felicidad, Revocato, Saturnino y Segundo. En el año 202 el emperador Severo ordenó una severa persecución contra los cristianos, y la policía imperial arrestó a todos los creyentes de la familia de Perpetua, incluyéndola. Los jueces intentaron convencerlos para que volviesen al paganismo, pero ante su negativa decidieron dejarlos en prisión hasta que se organizasen los Juegos. Usando el derecho a una cena de despedida, todos ellos compartieron la Eucaristía la noche anterior a su martirio. Los tres esclavos fueron arrojados a los leones junto con el diácono, que había logrado convertir al cristianismo a uno de los carceleros; mientras que las mujeres fueron decapitadas.
Encomendémonos a estas dos santas mártires. Seamos capaces de testimoniar a Jesucristo cada día, en lo ordinario de nuestras vidas. Feliz día a todos.
Perpetua era parte de una rica e influyente familia cartaginesa que se había iniciado en la religión cristiana por medio de un diácono, llamado Sáturo. Con ella se convirtieron también sus esclavos: Felicidad, Revocato, Saturnino y Segundo. En el año 202 el emperador Severo ordenó una severa persecución contra los cristianos, y la policía imperial arrestó a todos los creyentes de la familia de Perpetua, incluyéndola. Los jueces intentaron convencerlos para que volviesen al paganismo, pero ante su negativa decidieron dejarlos en prisión hasta que se organizasen los Juegos. Usando el derecho a una cena de despedida, todos ellos compartieron la Eucaristía la noche anterior a su martirio. Los tres esclavos fueron arrojados a los leones junto con el diácono, que había logrado convertir al cristianismo a uno de los carceleros; mientras que las mujeres fueron decapitadas.
Encomendémonos a estas dos santas mártires. Seamos capaces de testimoniar a Jesucristo cada día, en lo ordinario de nuestras vidas. Feliz día a todos.
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