Hoy, día 5 de agosto, celebramos una fiesta de la Virgen: Nuestra Señora de las Nieves. Felicitamos desde este espacio a todas las que llevan ese nombre tan bonito de Nieves.
A lo largo del año celebramos diversas advocaciones marianas: la Asunción de la Virgen, Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora del Pilar, La Inmaculada Concepción... Son diferentes piropos que tratamos de dedicar a la única Señora, la Madre de Nuestro Señor Jesucristo, Madre de la Iglesia y Madre nuestra.
Meditar en la vida de María siempre nos ayuda a adentrarnos en la vida de Jesús. Es como un atajo: a Jesús siempre vamos más rápido por medio de María y contando con su intercesión.
Hagamos esto mismo nosotros hoy: encomendémonos a nuestra Madre para que Ella interceda por nosotros y nos haga cada día más semejantes a su Hijo Jesús.
"Madre, Nuestra Señora de las Nieves, que nuestra alma esté siempre en gracia de Dios. Que busquemos en todo estar en paz con Dios y tratemos de cuidar nuestra alma, para que su blancura sea igual a la de la nieve".
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