Es domingo, el día del Señor. Ayer celebrábamos una fiesta del Señor, la transfiguración. Hoy queremos acompañar a Jesús en su escena con Pedro, la que nos presenta el evangelio de la liturgia de hoy. Se nos anima a todos a no dudar, a creer firmemente en Jesús, que para Él nada es imposible, y con su ayuda es posible caminar sobre las aguas sin hundirse.
Vamos a pedir hoy al Señor que nos aumente la fe, la esperanza y el amor, esas tres virtudes teologales que son don suyo, pero también han de contar con nuestro trabajo y empeño.
La fe nos anima a creer por encima de todo, la esperanza nos ayuda a no desalentar y caminar siempre a pesar de las dificultades, confiando en la misericordia de Dios y la caridad es la madre de todas las virtudes, que verifica nuestra fe y nuestra esperanza. Si creemos en Dios necesariamente debemos amar al prójimo. Que así sea y así se lo pedimos en este domingo al Señor.
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